Una noche sin dormir y sus consecuencias.

No dormir podría significar al menos un año en juventud. La hormona del sueño, melatonina, se segrega en ausencia de luz y según el ritmo circadiano, muy a parte de incitar a dormir, en presencia de luz va disminuyendo y progresivamente despertando. También su función como antienvejecimiento.

Además de consecuencias que trae una noche en vela: Pérdida de atención, la Universidad de Pensilvania (EE. UU.)  reveló, a través de neuroimagen, que la actividad de la corteza prefrontal y la red de prominencia, áreas del cerebro que reconocen el entorno y la atención de información. Se segrega dopamina, para restablecer la actividad cerebral pero no es suficiente, según un trabajo en The Journal of Neuroscience.

Falsos recuerdos, una publicación en Journal of Sleep Research, recomienda no tomar como testigo a aquellos que padecen de insomnio el día anterior a un juicio.

Cambio en el reloj biológico, las células han consumido toda la glucosa en sangre y necesitan más energía lo que lleva a modificar la expresión de genes y alterando el reloj biológico, y según la Universidad de Upsula, Suecia, acarrear el riesgo de padecer diabetes.

Ganas inmensas de comer, se activa neuronas del centro del deseo de comer, la necesidad de retomar las energías perdidas viene en el alza de la concentración de la hormona Grelina, hormona del apetito.

La tendencia al error, las universidades de Berkeley y Harvard (EE. UU.) probaron que la falta de sueño aumenta la predisposición a ser arriesgados en las decisiones.

Alzhéimer, la actividad neuronal diaria produce beta-amiloides, relacionados con el Alzéimer, durante el sueño se degrada a estas proteínas, afirman investigadores holandeses en JAMA Neurology.

Estado de ánimo. Los adolescentes que duermen 6 h o menos de manera habitual tienen una mayor tendencia depresiva que los que duermen 8 h o más 12, según Carskadon, M.A y colaboradores, donde se estudió los patrones de sueño de los adolescentes, el tiempo circadiano y la somnolencia.

Según los institutos canadienses de salud e Investigación, en 2002, la relación déficit de sueño, rendimiento y conducta del adolescente los podríamos resumir en:

  • 24% de los adolescentes tienen peor rendimiento escolar por la excesiva somnolencia diurna.
  • Los estudiantes con peores calificaciones duermen de 25 a 30 minutos menos durante los días escolares que sus pares con mejores calificaciones.
  • Un 18% manifiesta reducir sus actividades extraescolares por somnolencia.
  • Un 6% de los adolescentes tienen algún trastorno del sueño no diagnosticado.
  • El déficit crónico de sueño puede ser un precursor de depresión.
  • El déficit crónico de sueño afecta a la memoria, conducta, rendimiento y sociabilidad del adolescente.
  • Incrementa el riesgo de ingestión de estimulantes por la somnolencia diurna (un 76% en el caso de abuso de cafeína).

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