Los malos hábitos de sueño han sido asociados en varias oportunidades con problemas de salud graves como sistema inmunitario debilitado, diabetes, enfermedades neurológicas e incluso afecciones cardíacas.
Se ha descubierto que el sueño fragmentado está asociado con una vía única: inflamación crónica circulante a través del torrente sanguíneo, que, a su vez, está relacionada con mayores cantidades de placas en las arterias coronarias.
Los factores de riesgo establecidos para la enfermedad cardiovascular en humanos incluyen una dieta deficiente, falta de ejercicio, obesidad, presión arterial alta y tabaquismo.
Calidad del sueño y salud del corazón.
Para aislar el efecto de la calidad del sueño en la salud del corazón, el estudio controló la edad, el origen étnico, el género, el índice de masa corporal, los trastornos del sueño, la presión arterial y los comportamientos de alto riesgo, como fumar.
Luego, los investigadores rastrearon los resultados de los participantes del estudio, analizando sus análisis de sangre, sus puntajes de calcio que pueden medir la acumulación de placa, así como varias medidas diferentes de sueño, incluido el sueño evaluado por un reloj de pulsera durante una semana y una noche en un laboratorio de sueño que midió señales eléctricas de ondas cerebrales.
El resultado final claramente relacionó los patrones de sueño interrumpidos con concentraciones más altas de factores inflamatorios circulantes y, específicamente, de glóbulos blancos conocidos como monocitos y neutrófilos, que son actores clave en la aterosclerosis.
Estos resultados de asociación en humanos reflejan datos recientes en los que la interrupción del sueño manipulada experimentalmente en ratones condujo a niveles más altos de inflamación circulante que causó lesiones ateroscleróticas en los roedores.
Asesino silencioso
Los investigadores dijeron que hallazgos que vinculan la falta de sueño con la aterosclerosis a través de la inflamación crónica tienen importantes implicaciones para la salud pública.
Por ejemplo, la aterosclerosis a menudo comienza en la edad adulta temprana. “Desafortunadamente, este proceso pasa desapercibido hasta que la acumulación de placa, en la edad media o avanzada, bloquea repentinamente el flujo de sangre arterial al corazón, pulmones, cerebro y otros órganos, de ahí su apodo, ¨asesino silencioso¨
Este vínculo entre el sueño fragmentado y la inflamación crónica puede no estar limitado a enfermedades del corazón, sino que podría incluir trastornos de la salud mental y neurológicos, como la depresión mayor y la enfermedad de Alzheimer.
Consejos para mejorar la calidad del sueño.
- Mantener una rutina de sueño regular, acostarse y levantarse a la misma hora todos los días.
- Como parte de una rutina nocturna de relajación, evite ver la computadora, el teléfono inteligente y las pantallas de TV en la última hora antes de acostarse, y mantenga los teléfonos y otros dispositivos digitales fuera de la habitación.
- Obtenga exposición a la luz natural especialmente en la primera mitad del día y realice alguna forma de ejercicio físico.
- Si no puede dormir, salga de la cama y haga una actividad relajante lejos de la habitación, como leer con poca luz.
- Hágase pruebas de detección de apnea del sueño si se sabe que ronca mucho y se siente excesivamente cansado durante el día.
- Consulte a su médico si tiene insomnio e infórmese sobre la terapia cognitiva conductual para el insomnio (CBTI).
Mayor información: Susan Redline, Peter Attia, Matthew P. Walker, et al. «Broken sleep predicts hardened blood vessels». PLOS Biology, Published: 4 June, 2020.
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