Te contamos en qué consiste la campaña que el gobierno australiano está preparando para plantar mil millones de árboles nuevos como parte de la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global.
El pasado 16 de febrero, el Primer Ministro australiano, Scott Morrison, anunció su intención de plantar mil millones de árboles de aquí a 2050. Para ello, se utilizarán cuatro centros de reforestación pilotos ubicados en el norte de Tasmania, Nueva Gales del Sur, Australia Occidental y la frontera entre Australia del Sur y Victoria. Posteriormente, se sumarán otros cinco centros.
Este proyecto se ejecutará hasta 2050 y tiene el potencial de eliminar más de 16 millones de toneladas de gases de efecto invernadero al año. Se considera una respuesta rápida con respecto al cambio climático y que sirve de ejemplo para muchos países que no están cumpliendo el acuerdo.
De acuerdo con el investigador Thomas Crowther, de ETH Zurich, la plantación de árboles en todo el mundo podría reducir el dióxido de carbono en la atmósfera, hasta el punto de anular una década de emisiones humanas. Según él, los árboles son las armas más poderosas en la lucha contra el cambio climático.
Crowther declaró a The Independent que mil millones de árboles son sólo un comienzo, comparado a los 1,2 billones de árboles que la Tierra podría soportar. Este proyecto puede, incluso, sustituir otros métodos menos eficientes para la cuestión del cambio climático, como por ejemplo la construcción de turbinas eólicas y las dietas vegetarianas, en opinión del ecologista.
Según él, la restauración completa de los bosques es un tanto irreal, pero la plantación de árboles es cada vez más reconocida como una actividad crítica para preservar la vida en la Tierra. Crowther dice que todos pueden involucrarse en la plantación de los árboles. Además de hacer a las personas más felices en ambientes urbanos, mejoran la calidad del aire, el agua, los alimentos y el servicio ecosistémico. Es decir, plantar árboles es algo tangible y accesible para todos.
Es fundamental que Australia se replantee nuevas medidas como esta, ya que al año produce más de 500 millones de toneladas de dióxido de carbono. Su plan de los Centros Forestales Regionales generaría empleos en el sector de la silvicultura que aporta más de 23.000 millones de dólares canadienses (16,4 mil millones de dólares) a la economía nacional, tal y como reveló el primer ministro Scott Morrison en un comunicado de prensa. Australia tiene la séptima área forestal más grande del mundo, que cubre el 17% de su superficie terrestre, según el informe del gobierno del Estado de los Bosques 2018.