Foto: piqsels.

Un estudio desgarrador muestra por qué no deberías gritarle a tu perro.

Si bien de vez en cuando podemos gritarles a nuestros amigos caninos por hacer cosas que no deberían hacer o meterse en cosas que no necesitan obtener, eso no es necesariamente una buena idea. Si realmente amas a tu mascota, quizás otro medio de ‘disciplina’ podría ser útil y funcionar de manera más efectiva.

Un estudio publicado en BioRxiv recientemente puso las cosas en perspectiva sobre este tema y reveló que probablemente no deberíamos gritarles a nuestros amigos peludos. Dentro de este estudio, se descubrió que el entrenamiento aversivo tiene graves efectos negativos y que los que están entrenados de esta manera tienden a estar mucho más estresados ​​que los que no lo están. 

Si bien aún no ha sido revisado por pares, el estudio ha ganado atención en línea y ha causado mucha controversia en lo que respecta. Nosotros, como humanos, nos gritamos el uno al otro sin muchos recursos, pero cuando se trata de perros aparentemente puede afectar seriamente su estado mental. El entrenamiento basado en recompensas parece ser una alternativa mucho mejor.

El resumen de este estudio señala lo siguiente.

Nuestros resultados muestran que los perros de compañía entrenados usando métodos basados ​​en aversión experimentaron un peor bienestar en comparación con los perros de compañía entrenados usando métodos basados ​​en recompensas, tanto a corto como a largo plazo.

Específicamente, los perros que asisten a las escuelas utilizando métodos basados ​​en aversión mostraron más comportamientos relacionados con el estrés y posturas corporales durante el entrenamiento, elevaciones más altas en los niveles de cortisol después del entrenamiento y fueron más ‘pesimistas’ en una tarea de sesgo cognitivo.

Estos hallazgos indican que el uso de métodos basados ​​en aversión compromete el bienestar de los perros de compañía tanto a corto como a largo plazo.

Básicamente, si quieres un perro feliz, debes tratar de evitar alzar la voz y, en su lugar, recompensar el buen comportamiento por culparlos por sus errores. No se puede negar que los perros son criaturas muy sensibles y que necesitan amor y cuidado al igual que nosotros, por lo que esto tiene sentido en muchos sentidos. Sin embargo, muchos creen que cuando se trata de llegar a sus mascotas, los gritos son inevitables.

Los perros son conocidos por ofrecer amor incondicional a sus dueños, por lo que es justo que hagamos lo mismo, incluso si se equivocan. Gritar a nuestros peludos compañeros puede parecer una solución rápida en ese momento, ¡pero no es bueno si los traumatiza por más tiempo de lo previsto!

Mayor información en: Ana Catarina Vieira de, Castro, Danielle Fuchs, Stefania Pastur, Liliana de Sousa, et al. «Does training method matter?: Evidence for the negative impact of aversive-based methods on companion dog welfare». BioRxiv, published: 29 October 2019.

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