La culebrilla, también conocida como herpes zóster, es una infección viral que proviene del virus varicela-zóster (VVZ).
Esta condición se presenta principalmente en personas que han tenido varicela previamente. En este artículo, exploraremos las causas, síntomas, tratamiento y prevención de la culebrilla.
Causas del herpes
El herpes zóster es causado por el virus varicela-zóster, el mismo virus que causa la varicela. Después de que una persona se recupera de la varicela, el virus permanece latente en el sistema nervioso.
En algunos casos, el VVZ puede reactivarse años o incluso décadas más tarde, causando culebrilla.
Factores de riesgo
Algunos factores de riesgo pueden aumentar la probabilidad de desarrollar culebrilla. Estos incluyen:
Edad avanzada: el riesgo de culebrilla aumenta con la edad, especialmente en personas mayores de 50 años.
Sistema inmunológico debilitado: las personas con sistemas inmunitarios debilitados debido a enfermedades, medicamentos o tratamientos médicos tienen un mayor riesgo.
Historial de varicela: solo las personas que han tenido varicela pueden desarrollar culebrilla.
¿La culebrilla contagiosa?
El virus de la varicela zóster es altamente contagioso cuando se encuentra en la etapa de las ampollas y se propaga a través del contacto directo con el líquido de las ampollas y mediante partículas virales en el aire.
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Síntomas comunes
Los síntomas de la culebrilla pueden variar en gravedad, pero generalmente incluyen: Dolor, ardor, hormigueo o adormecimiento en un área específica de la piel.
Erupción cutánea con ampollas llenas de líquido que pueden romperse y formar costras. Fiebre, fatiga y malestar general.
La erupción suele aparecer en un solo lado del cuerpo, siguiendo el trayecto de un nervio específico.
Complicaciones potenciales
Si no se trata adecuadamente, la culebrilla puede causar complicaciones, como:
Neuralgia postherpética: dolor crónico que persiste después de que la erupción ha sanado.
Infecciones bacterianas secundarias en la piel, y pérdida temporal o permanente de la visión si el herpes zóster afecta el ojo.
Tratamiento y manejo
Si sospecha que tiene culebrilla, es fundamental buscar atención médica lo antes posible. El tratamiento temprano puede reducir la gravedad de los síntomas y minimizar el riesgo de complicaciones.
Los médicos suelen recetar antivirales, analgésicos y, en ocasiones, corticosteroides para reducir la inflamación.
Prevención y vacunas
La vacuna contra la culebrilla, conocida como Shingrix, es la forma más efectiva de prevenir la culebrilla y sus complicaciones.
Esta vacuna se recomienda para adultos mayores de 50 años, incluso si ya han tenido culebrilla previamente.
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Conclusión
La culebrilla es una infección viral causada por el virus varicela-zóster. Aunque puede ser dolorosa y provocar complicaciones graves, la vacunación y el tratamiento temprano pueden reducir significativamente el riesgo y la gravedad de esta afección.
Es fundamental conocer los síntomas y factores de riesgo asociados con la culebrilla para poder tomar medidas preventivas y buscar atención médica cuando sea necesario.
[expand title=”Referencias”]
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