La sensibilidad es un rasgo de personalidad que varía entre los individuos. Algunas personas son más sensibles que otras, y esto puede tener un impacto significativo en su vida diaria y sus relaciones interpersonales.
La alta sensibilidad es un rasgo de personalidad que afecta aproximadamente al 15-20% de la población (Aron, 1996). En este artículo, exploraremos los rasgos que caracterizan a una persona altamente sensible.
Profundidad de procesamiento
Las personas altamente sensibles (PAS) tienden a procesar información de manera más profunda y detallada que otros (Aron et al., 2010).
Esto puede llevar a que se sientan fácilmente abrumadas por estímulos sensoriales, como ruidos fuertes, luces brillantes u olores intensos.
También pueden ser más propensas a la introspección y la reflexión, lo que a veces puede resultar en rumiaciones o pensamientos persistentes sobre experiencias pasadas.
Sensibilidad al entorno
Las PAS son particularmente sensibles a los cambios y detalles de su entorno (Aron et al., 2010). Pueden notar pequeños cambios en la atmósfera de una habitación o en el comportamiento de los demás.
Esta sensibilidad también puede hacer que sean más conscientes de los problemas ambientales y sociales, lo que podría llevarlos a involucrarse en causas relacionadas con la justicia social y el medio ambiente.
Empatía emocional
La empatía emocional es la capacidad de sintonizar y comprender las emociones de los demás. Las PAS tienden a tener niveles más altos de empatía emocional que otros, lo que puede hacer que sean excelentes amigos y consejeros (Aron, 1996).
Sin embargo, esta empatía también puede ser agotadora, ya que pueden absorber las emociones de los demás y sentirse abrumados por ellas.
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Sensibilidad a la crítica
Las PAS pueden ser más vulnerables a la crítica y a la desaprobación de los demás (Aron et al., 2005). Esta sensibilidad puede llevarlos a evitar situaciones en las que podrían ser juzgados o criticados, lo que a veces puede limitar sus oportunidades y experiencias.
También pueden ser propensos a la autocrítica y a establecer altos estándares para sí mismos, lo que puede generar ansiedad y estrés.
Creatividad e intuición
La alta sensibilidad se ha relacionado con la creatividad y la intuición (Aron, 1996). Las PAS tienden a pensar de manera más abstracta y a considerar múltiples perspectivas, lo que puede ayudarlos a resolver problemas de manera creativa.
También pueden ser más conscientes de sus propias emociones e intuiciones, lo que puede guiar su toma de decisiones y la forma en que abordan las situaciones de la vida.
Relación con la genética
La alta sensibilidad también puede tener una base genética. Estudios recientes han encontrado que las diferencias en la expresión de ciertos genes pueden estar relacionadas con la alta sensibilidad.
Un estudio de 2014 liderado por S. S. Acevedo y sus colegas identificó una variante en el gen transportador de serotonina, conocido como 5-HTTLPR, que parece estar relacionada con la sensibilidad al procesamiento sensorial (Acevedo et al., 2014).
Esta variante del gen está asociada con una menor eficiencia en la recaptación de serotonina, lo que podría resultar en una mayor sensibilidad a estímulos emocionales y sensoriales en las personas que la poseen.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la alta sensibilidad es probablemente el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales. Las experiencias tempranas en la vida, como el entorno familiar y las relaciones, también pueden influir en el desarrollo de la alta sensibilidad.
Conclusión
Ser una persona altamente sensible puede ser desafiante en un mundo a menudo ruidoso y abrumador. Sin embargo, también puede ser una fuente de riqueza emocional y creatividad.
Comprender y aceptar esta sensibilidad, así como la posible base genética, puede ayudar a las PAS a desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas y a encontrar un equilibrio en su vida.
Al reconocer y valorar sus propias necesidades y límites, pueden establecer entornos y relaciones que les permitan prosperar.
Además, la comunicación abierta con amigos, familiares y colegas puede ayudar a aumentar la comprensión mutua y a fomentar un ambiente de apoyo.
Referencias Aron, E. N. (1996). The Highly Sensitive Person. New York: Broadway Books. Aron, Elaine N., Arthur Aron, and Jadzia Jagiellowicz. “Sensory processing sensitivity: A review in the light of the evolution of biological responsivity.” Personality and Social Psychology Review 16.3 (2012): 262-282. Aron, Elaine N., Arthur Aron, and Kristin M. Davies. “Adult shyness: The interaction of temperamental sensitivity and an adverse childhood environment.” Personality and Social Psychology Bulletin 31.2 (2005): 181-197. Acevedo, Bianca P., et al. “The highly sensitive brain: an fMRI study of sensory processing sensitivity and response to others’ emotions.” Brain and behavior 4.4 (2014): 580-594.