Nuestro celular… ¡ese compañero, el primero que vemos en la mañana y el último que vemos en la noche! Especialmente las que duermen solas o solos, es un compañero casi inseparable que las pone en contacto con amigas, familiares y posibles candidatos a un noviazgo.
Trataremos de hacer un esfuerzo por mantener los teléfonos fuera de nuestra habitación a partir de ahora.
Todos sabemos que checar nuestro celular antes de acostarnos no es lo ideal para una buena noche de sueño, pero la mayoría de nosotros lo hacemos de todos modos, porque, ¿Qué mejor manera hay de terminar el día que descubrir lo que hacían todos tus amigos? Investigadores buscan saber exactamente lo que quieras hacer un esfuerzo por mantener los teléfonos fuera de tu habitación a partir de ahora.
El problema viene de nuestro ritmo circadiano, que determina cuando el cuerpo libera hormonas y se controla por medio de la exposición a la luz. Así que, cuando revisamos nuestro teléfono en la noche, se envía una corriente de fotones directo a los ojos y dicta a nuestro cerebro no secretar melatonina, que es la hormona que nos hace sentir cansados.
Eso significa que estaremos despiertos durante más tiempo y probablemente la observación de nuestro móvil dure más tiempo. Al final del día nuestro cerebro ha tenido suficiente, ya que han pasado varias horas previas a su tiempo de sueño deseado. Así que terminas perdiendo un par de horas de sueño cada noche.
Eso puede no sonar tan mal, pero investigadores están empezando a entender por qué el sueño es tan importante. Dormir entre siete y nueve horas no sólo permite que nuestras neuronas activas descansen, también soporta a las células gliales, que son cruciales para la limpieza de las neurotoxinas que se acumulan en el cerebro durante el día.
Cuando no dormimos lo suficiente, estas células no pueden hacer su trabajo, y terminamos teniendo recuerdos deteriorados y lapsos de falta de atención, así como la alteración de nuestro metabolismo.
¿Puede el celular llegar a alterar nuestro reloj biológico si lo usamos de noche? Sí, dicen los expertos. Incluso pueden causar en el organismo un efecto similar al jet lag según acaba de demostrar un estudio realizado por investigadores del Hospital Brigham and Women’s de Boston (EE.UU.).
Resulta que la melatonina ayuda a regular nuestro ritmo circadiano, encargado de regular las funciones fisiológicas del organismo en ciclos de 24 horas. Los pulsos de luz intermitentes, como los provocados por un simple vistazo al teléfono, son capaces de desajustar ese reloj interno que regula, sobre todo, en función de la luz natural del sol. Por eso cuando viajamos de una zona a otra sufrimos jet lag y el organismo necesita varios días para responder al cambio de horario y acostumbrarse.
El reloj biológico es responsable de regular un montón de funciones: latidos del corazón, presión arterial, respiración y metabolismo. Por eso la importancia de cuidarlo y respetarlo. Se ha demostrado en distintas investigaciones que su alteración aumenta las posibilidades de sufrir algunos tipos de cáncer, problemas cardiovasculares y de metabolismo.
Así que la próxima vez que te encuentres despierto a la 1 a.m. navegando como zombie a través de Facebook, piensa en que has sido advertido.
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