Desde plĂ¡stico hasta asbesto, desde cartĂ³n hasta combustible para aviones, los hongos comerĂ¡n casi cualquier cosa. Ahora los investigadores han encontrado otro plato en la dieta fĂºngica: la radiaciĂ³n. No son compuestos radiactivos, que desde hace tiempo se sabe que estĂ¡n en el menĂº, la radiaciĂ³n en sĂ misma.
Ekaterina Dadachova y sus colegas del Colegio de Medicina Albert Einstein en Nueva York descubrieron que algunos hongos pueden usar una molĂ©cula llamada melanina, un pigmento que tambiĂ©n se encuentra en la piel humana, para recolectar la energĂa de la radiaciĂ³n y usarla para el crecimiento.
Esto plantea la posibilidad de que los astronautas puedan cultivar estos hongos en vuelos largos al espacio exterior rico en radiaciĂ³n, sugiere el colega de Dadachova, Arturo Casadevall. Sin embargo, los hongos no son particularmente apetitosos: se parecen al moho en una cortina de ducha sucia.
Desde el colapso de 1986, en la EstaciĂ³n de EnergĂa AtĂ³mica de Chernobyl, el nĂºmero de ‘hongos negros’, ricos en melanina, ha aumentado considerablemente. Casadevall especulĂ³ que los hongos podrĂan estar alimentĂ¡ndose de la radiaciĂ³n que contamina la ruina del reactor nuclear.
Dadachova, Casadevall y sus colegas probaron cĂ³mo tres especies diferentes de hongos responden a la radiaciĂ³n gamma del renio 188 y el tungsteno 188. Descubrieron que los tres, Cladosporium sphaerospermum, Cryptococcus neoformans y Wangiella dermatitidis, crecen mĂ¡s rĂ¡pido en presencia de la radiaciĂ³n. Los resultados se publican en PLoS One.
Algunos hongos pueden descomponer material radioactivo como el grafito caliente en los restos del reactor de Chernobyl. Estudios anteriores han demostrado que la mayorĂa de los hongos encontrados en regiones contaminadas crecen hacia varias fuentes de radiaciĂ³n diferentes, como si trataran de alcanzar estos compuestos.
Estos hongos tambiĂ©n tienden a producir el pigmento melanina, que se cree que protege a los hongos de una variedad de tensiones ambientales. «Bajo el estrĂ©s de la exposiciĂ³n a la radiaciĂ³n ionizante, las comunidades microfĂºngicas en el suelo desarrollan una mayor proporciĂ³n de especies de hongos que contienen melanina», dice John Dighton, un microbiĂ³logo de la Universidad de Rutgers en New Brunswick, Nueva Jersey.
El equipo de Dadachova descubriĂ³ que la exposiciĂ³n a la radiaciĂ³n hacĂa que la molĂ©cula de melanina fĂºngica cambiara de forma, por lo que fue cuatro veces mejor para llevar a cabo una reacciĂ³n quĂmica metabĂ³lica comĂºn. Las cepas de hongos sin melanina generalmente no crecieron mĂ¡s rĂ¡pido en respuesta a la radiaciĂ³n.
¿PodrĂa la melanina en las cĂ©lulas de la piel humana tambiĂ©n convertir la radiaciĂ³n en alimento? Casadevall especula que sĂ, pero la cantidad de energĂa proporcionada probablemente serĂa muy pequeña, y ciertamente no lo suficiente para un astronauta ocupado. «Actualmente no hay evidencia de esto», dice Casadevall, «sin embargo, el hecho de que ocurra en hongos aumenta la posibilidad de que ocurra lo mismo en animales y plantas».
Los cientĂficos estiman que la explosiĂ³n en la planta de energĂa nuclear de Chernobyl lanzĂ³ tanto material radiactivo al medio ambiente como 400 bombas atĂ³micas. DestruyĂ³ todas las plantas y la vida silvestre en los alrededores.
Treinta años despuĂ©s, el Ă¡rea sigue siendo bastante Ă¡rida. Pero estos hongos resistentes son las primeras formas de vida en crecer y prosperar en este pĂ¡ramo radiactivo. Los cientĂficos descubrieron que algunas de estas especies incluso crecen hacia la radiaciĂ³n.
Para obtener mĂ¡s informaciĂ³n sobre los hongos amantes de la radiaciĂ³n de Chernobyl, los investigadores del Jet Propulsion Laboratory enviaron ocho especies recolectadas del Ă¡rea a la EstaciĂ³n Espacial Internacional (EEI) en 2016, para observar cĂ³mo reaccionarĂan los organismos.
El entorno de la EEI expone a los habitantes a entre 40 y 80 veces mĂ¡s radiaciĂ³n que en la Tierra. Los investigadores detrĂ¡s del esfuerzo esperaban que los hongos produjeran molĂ©culas que podrĂan adaptarse a las drogas que podrĂan administrarse a los astronautas para protegerlos de la radiaciĂ³n en misiones a largo plazo. Los resultados del experimento aĂºn no se han publicado.
Mayor informaciĂ³n: Ekaterina Dadachova, Ruth A. Bryan, Xianchun Huang, Tiffany Moadel, et al. «Ionizing Radiation Changes the Electronic Properties of Melanin and Enhances the Growth of Melanized Fungi». PLoS One, Published: 23 May 2007.