Las moscas hembras responden a las sensaciones del sexo, no solo al esperma.

Las moscas hembra de la fruta pueden sentir cuando una pareja sexual encaja bien. Los científicos han sabido por mucho tiempo que las proteínas en la eyaculación de una mosca macho hacen que las moscas pierdan temporalmente el interés en otras parejas. Es un truco que usan las moscas macho para aumentar la posibilidad de que los óvulos se fecunden con su esperma, no con el de otra persona. Pero un nuevo estudio sugiere que la sensación de sexo, independientemente del esperma, también puede hacer que las mujeres rechacen a otras parejas, informan los investigadores en la revista Neuron.

Podría ser una manera rápida en la que una mosca hembra determina si debe seguir intentando aparearse o si puede tomarse un descanso, dice la coautora del estudio, Ulrike Heberlein, miembro del Instituto de Investigación Janelia del Instituto Médico Howard Hughes. El equipo encontró que cuando una mosca hembra tiene relaciones sexuales ininterrumpidas, un par de neuronas exclusivas de las hembras llevan los mensajes de “dejar de aparearse” desde neuronas sensoriales en el abdomen hasta el cerebro.

El fenómeno, denominado “efecto de copulación”, puede ser especialmente importante en la naturaleza, donde se pueden interrumpir los apareamientos, dice la coautora Lisha Shao, científica investigadora del laboratorio de Heberlein en Janelia. Un mecanismo para que una mosca hembra detecte rápidamente que se ha apareado con éxito podría ser una bendición.

El hallazgo fue “un poco accidentado”, dice Heberlein. Ella y Shao inicialmente habían estado buscando neuronas involucradas en los circuitos de recompensa. Habían notado que ciertas células en las moscas hembra enviaban mensajes de recompensa muy fuertes al cerebro cuando se estimulaban. Pero esas células ni siquiera existían en los machos.

Las células deben tener algún papel específico del sexo, sospechaban los investigadores. En un experimento, emparejaron moscas hembra de la fruta con machos que no podían eyacular. Después de aparearse, las hembras perdieron interés en otros machos, a pesar de que no habían recibido ningún esperma. Pero cuando Shao y Heberlein bloquearon la actividad de las neuronas, las moscas hembra intentaron aparearse. Estas células parecen controlar una nueva forma en que las moscas hembra determinan que han tenido relaciones sexuales con éxito, independientemente del llamado “efecto esperma”.

El esperma de efecto puede matar a los intereses de las hembras en el apareamiento durante un máximo de una semana, pero se necesita un tiempo para poner en, dice Shao. Este nuevo mecanismo aparece mucho más rápido, aunque se desvanece más rápido.

Ahora, los investigadores están descubriendo exactamente cómo encaja la recompensa en su objetivo original. Las moscas macho encuentran que el apareamiento es gratificante solo cuando eyaculan, según investigaciones anteriores, pero las hembras son más un misterio, dice Heberlein. “El siguiente paso es entender si el sexo es gratificante para las mujeres”.

Referencia: Neuron Science.
Fuente: Howard Hughes Medical Institute.

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