En la última edición de PNAS se publicó un nuevo estudio del laboratorio del profesor Doug VanderLaan en el Departamento de Psicología de UTM que analiza los mecanismos biológicos que a menudo se cree que influyen en la orientación sexual masculina.
“Estudiar las diferencias individuales en el género y la orientación sexual proporciona información sobre cómo la biología de la vida temprana da forma al cerebro y al comportamiento”, dice el investigador de psicología del desarrollo.
El estudio de VanderLaan evaluó si los biomarcadores (marcadores de los procesos biológicos de la vida temprana) funcionan en conjunto para contribuir a la orientación sexual del mismo sexo masculino o influyen en la orientación sexual de forma independiente.
“Los biomarcadores solían estudiarse solos antes. Pero nuestro estudio considera si existe alguna interacción o asociación entre estas influencias”, dice VanderLaan.
Los biomarcadores que VanderLaan examinó incluyeron el número de participantes de hermanos mayores, el índice de zurdos frente a diestros y la presencia de familiares homosexuales y / o bisexuales en sus familias. El grupo de VanderLaan utilizó el análisis de perfil latente (LPA), una técnica estadística, para ayudar a identificar si estos biomarcadores se agrupan en los mismos individuos o están presentes solo en subgrupos de hombres.
El estudio encontró evidencia de al menos cuatro subgrupos diferentes: hombres con un número elevado de hermanos mayores, hombres con un mayor grado de falta de derechos, hombres con parientes masculinos homosexuales y / o bisexuales elevados, y hombres con niveles bajos de estos biomarcadores.
El estudio de VanderLaan concluyó que los biomarcadores probablemente reflejan diferentes subgrupos de hombres. Los participantes que pertenecían a los subgrupos que mostraban biomarcadores tenían más probabilidades de reportar atracciones del mismo sexo que el subgrupo que mostraba niveles bajos de estos biomarcadores.
“Estos hallazgos probablemente reflejan la existencia de subgrupos de hombres atraídos por personas del mismo sexo que deben su orientación sexual a diferentes procesos de desarrollo”, dice VanderLaan.
El estudio también encontró diferencias entre los subgrupos en las medidas de las características psicológicas que las investigaciones anteriores habían sugerido que estaban asociadas con la orientación sexual masculina.
El subgrupo sin estos biomarcadores fue el que más se ajustó a los roles de género masculino, mientras que el subgrupo con un mayor número de hermanos mayores entre sus hermanos obtuvo una puntuación más alta en las medidas de expresión y simpatía del rol de género femenino. Estos patrones sugieren que los procesos biológicos asociados con cada biomarcador podrían tener influencias únicas en el desarrollo psicológico.
“Nuestro estudio ilustra el valor de LPA para estudiar las diferencias individuales en las personas”, dice VanderLaan.
“Los hallazgos también sugieren que existen vías múltiples y distintas que influyen en la orientación sexual entre personas del mismo sexo en los hombres y que seguiremos explorando estas vías en otros estudios”.
Referencia: Mayor información en Academia Nacional de Ciencias.