Un resumen didáctico sobre Ascaris Lumbricoides.

Ascaris lumbricoides es un nematodo parásito del intestino delgado del hombre, muy frecuente en países subdesarrollados. A este gusano se le llama también lombriz intestinal por su forma alargada que lo asemeja a la lombriz de tierra.

Morfología.

Adultos. Son largos, cilíndricos, de cutícula rosada. La boca tiene tres labios: uno dorsal y dos latero-ventrales. El macho mide entre 15 y 30 cm de largo por 2 a 4 mm de diámetro y la hembra entre 20 y 40 cm de longitud por 3 a 6 mm de diámetro. El extremo posterior del cuerpo de la hembra es recto, mientras que en el macho es curvo y presenta dos espículas copulatrices subterminales de naturaleza quitinosa.

Huevo. El huevo fértil es redondo u ovalado y mide entre 45 y 75 μm de longitud por 35 a 50 μm de diámetro. Tiene tres membranas: una externa, gruesa, de naturaleza proteica, llamada capa mamelonada, una membrana hialina intermedia y una membrana lipoproteica interna que envuelve la célula germinativa. El huevo infértil presenta formas atípicas y bizarras, mide 90 μm de longitud por 50 μm de diámetro, tiene una capa media relativamente delgada y a menudo la capa mamelonada externa es escasa o no existe.

Mecanismo de transmisión.

La transmisión de Ascaris lumbricoides ocurre principalmente por contaminación fecaloral, por ingestión de agua o alimentos contaminados (frutas o vegetales) con huevecillos de A. lumbricoides y, ocasionalmente, por inhalación de tierra contaminada. Los niños que juegan en suelos contaminados pueden adquirir el parásito de sus manos. También hay reportes de transmisión congénita de madres infectadas a sus hijos.

Ciclo de vida.

Un ser humano adquiere ascariasis al ingerir alimentos, agua o suelo contaminado con huevecillos embrionados. Después de la ingestión de los huevecillos, las larvas rompen el cascarón y son liberadas en el duodeno. De ahí, migran a partir de la pared del duodeno al flujo sanguíneo y se transportan hacia el hígado y el corazón; posteriormente, pasan a la circulación pulmonar.

Las larvas quedan libres en los alvéolos pulmonares, donde crecen y mudan; al cabo de tres semanas son expulsadas por la tos y deglutidas para regresar al intestino delgado, donde los gusanos alcanzan su madurez y se aparean. Las hembras producen miles de huevecillos diariamente que se expulsan con las heces y contaminan el suelo.

Los huevecillos llegan en forma inmadura y, si las condiciones ambientales son favorables, desarrollan en su interior una larva que, protegida por las cubiertas del huevo, puede permanecer viable en el exterior durante largos periodos (años). La ingestión de huevos embrionados completa el ciclo.

Manifestaciones clínicas.

El término ascariasis es empleado para describir el espectro de síntomas de la enfermedad en el humano ocasionado por la infección con Ascaris lumbricoides. La morbilidad y mortalidad de la enfermedad se asocia con la cantidad de parásitos infectantes y los efectos que ocasionan durante su desarrollo en el huésped. Aunque la mayoría de infecciones por Ascaris son asintomáticas, entre 8 y 15% de casos (120 a 220 millones) sí desarrollan sintomatología. Entre los mecanismos involucrados en el desarrollo de la enfermedad se encuentran los daños ocasionados por la presencia de los parásitos en los tejidos del huésped; la respuesta inmune generada contra los huevecillos, larvas y gusanos adultos; la obstrucción del lumen intestinal u algún otro orificio; y las deficiencias nutricionales ocasionadas por la parasitosis.

Los síntomas y complicaciones de la infección se pueden clasificar como pulmonares, intestinales, obstrucción intestinal, hepatobiliares y pancreáticos. Los síntomas respiratorios pueden manifestarse en huéspedes sensibilizados durante la migración de las larvas a través de los pulmones.

Los síntomas asociados con neumonitis, conocidos como el síndrome de Loeffler, se presentan con tos, eosinofilia, fiebre, dolor en el pecho, hemoptisis, disnea y estertores, los cuales ocurren una o dos semanas después de ingerir los huevecillos. La presencia de un gran número de parásitos adultos en el intestino delgado puede causar malestar abdominal, dolor, anorexia, náusea y diarrea.

Diagnóstico.

Visualización de huevos fértiles o infértiles en materia fecal cuando se utiliza el examen directo o algún método de concentración; ocasionalmente se pueden observar los adultos.

Referencias.

  • Parasitología médica, Elba G. Rodríguez Pérez.1ª edición, México : Editorial El Manual Moderno, 2013.
  • Atlas de parasitología / Myriam Consuelo López Páez. 2a. ed. Bogotá : Universidad Nacional de Colombia : Manual Moderno, 2012.
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