Desde hace décadas algunas cajas de hisopos advierten que éstos no deben insertarse en el canal auditivo, pero la mayoría ignora este aviso. Muchas personas piensan que usar hisopos de algodón para limpiar sus oídos puede retirar el exceso de cera y suciedad.
Nuestro cuerpo produce cera para mantener los oídos lubricados, limpios y protegidos pero mucha gente insiste en limpiarlos con objetos como bastoncitos, que cada año causan numerosas lesiones, algunas graves.
Un estudio reciente del Nationwide Children´s Hospital de Estados Unidos halló que unos 12,500 menores de 18 años acuden cada año a emergencia por heridas en el oído relacionadas con el uso de hisopos. El equivalente a 34 por día.
El 73% de esas lesiones ocurrieron durante la “limpieza de oídos”, un 10% mientras jugaban y otros casi 10% se debieron a caídas cuando tenían los hisopos insertados en la oreja, según el estudio, publicado en la revista Journal of Pediatrics. Además de lesiones en los oídos, usar hisopos puede ser contraproducente al aumentar el riesgo de que se cree un tapón de cerúmen, al empujar la cera hacia el interior del conducto auditivo.
Si tienes el hábito de limpiar tus oídos con los hisopos, la Academia Americana de Otorrinolaringología, que estudia enfermedades del oído y la garganta, te explica por qué deberías de dejar de hacerlo.
La Academia publicó algunas pautas actualizadas para el cuidado de los oídos, advirtiendo contra la limpieza excesiva de tus oídos, aconsejando a la gente a pedir ayuda médica si tienen problemas con la audición.
Impacto en los oídos.
Al meter los capullos de algodón dentro de tus oídos, te estás arriesgando a armarlos con un exceso de cerumen, una condición médica llamada impactación de cerumen. Sus oídos están diseñados para limpiarse a sí mismos gradualmente empujando la cera hacia fuera, pero mediante el uso de materiales externos podrías estar empujando todo ese exceso de cera de nuevo hacia adentro.
La cera también bloquea las partículas de suciedad tratando de invadir nuestros conductos auditivos. Normalmente, a través de procesos como la masticación o cualquier movimiento de la mandíbula y el crecimiento de más células de la piel, la cera se empuja lentamente hacia fuera y luego cae de nuestros oídos.
Un oído impactado o bloqueado puede causar síntomas como dolor, picazón, sensación de oído tapado, tinnitus o acúfenos (la percepción de zumbidos o sonidos en el oído que no proceden de una fuente externa), hedor, tos o cambios o pérdida en la audición.
La Academia Estadounidense de Otorrinolaringología recomienda:
- No introducir en el oído nada que sea más pequeño que un codo: ni hisopos, ni llaves, ni palillos, ni pinzas.
- No usar velas para limpiar los oídos.
- No limpiarse excesivamente para no causar una irritación de la piel ni aumentar la acumulación de cera.
- Consultar con un médico si tienes síntomas como pérdida auditiva, dolor o sensación de oído tapado. El sangrado no es síntoma de un tapón de cera y también debe ser evaluado por un médico.
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