¿Te imaginas poder imprimir tu propia comida en casa? Pues eso es lo que han conseguido unos investigadores de la Universidad de Nueva York, que han logrado crear un trozo de salmón comestible usando una impresora 3D.
El salmón impreso en 3D tiene el mismo aspecto, textura y sabor que el salmón real, pero con una ventaja: no contiene mercurio ni otros contaminantes que puedan afectar a la salud. Además, al ser producido en un laboratorio, no contribuye a la sobrepesca ni al daño ambiental que causa la industria pesquera.
El proceso de impresión es bastante complejo y requiere varios pasos. Primero, se extraen células de salmón y se cultivan en un medio de cultivo especial que les proporciona los nutrientes necesarios para crecer y multiplicarse.
Luego, se mezclan las células con un material gelatinoso llamado bioink, que sirve como soporte y molde para dar forma al tejido. Finalmente, se introduce el bioink en una impresora 3D que deposita capas sucesivas de células hasta formar el trozo de salmón deseado.
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El resultado es un producto 100% natural, sin aditivos ni conservantes, que se puede cocinar y consumir como cualquier otro pescado. Los investigadores aseguran que el salmón impreso en 3D tiene el mismo valor nutricional y las mismas propiedades organolépticas que el salmón convencional, pero con un menor impacto ecológico y social.
El proyecto forma parte de una iniciativa más amplia que busca desarrollar alimentos impresos en 3D para satisfacer la creciente demanda mundial de proteína animal, sin comprometer la seguridad alimentaria ni la sostenibilidad.
Los responsables del estudio esperan poder comercializar el salmón impreso en 3D en un futuro próximo y ofrecerlo como una alternativa más saludable y responsable al consumidor.
Referencia: Blutinger, JD, Cooper, CC, Karthik, S. et al. El futuro de la cocina controlada por software. npj Sci Food 7 , 6 (2023). https://doi.org/10.1038/s41538-023-00182-6