El parásito secuestrador de cerebros Toxoplasma gondii parece estar en casi todas partes. Se cree que el invasor microscópico infecta hasta el 50 por ciento de las personas, y una variedad de estudios sugiere que puede alterar el comportamiento humano, además del de muchos otros animales.
El T. gondii es ubicuo en aves y mamíferos. Este parásito intracelular obligado invade el citoplasma de todas las células nucleadas y se multiplica en forma asexual como taquizoíto.
Cuando el huésped desarrolla inmunidad, la multiplicación de los taquizoítos se detiene y se forman quistes tisulares, que persisten en estado de latencia durante años, en especial en el encéfalo, los ojos y el músculo. Las formas latentes de Toxoplasma dentro de los quistes se denominan bradizoítos.
La reproducción sexual de T. gondii sólo se observa en el tracto digestivo de los gatos, donde los ovoquistes resultantes se eliminan a través de las heces y conservan su capacidad infecciosa en el suelo húmedo durante varios meses.
El parásito se ha relacionado con una amplia gama de trastornos neurológicos, incluida la esquizofrenia y los episodios psicóticos, y los científicos siguen descubriendo más efectos misteriosos que pueden resultar de la infección.
Curiosamente, un nuevo estudio publicado en PeerJ Mat, ha encontrado que los hombres y mujeres infectados por el parásito terminaron siendo calificados como más atractivos y de aspecto más saludable que las personas no infectadas.

A primera vista, eso puede sonar extraño e improbable. Pero hipotéticamente hablando, el fenómeno podría tener sentido desde el punto de vista de la biología evolutiva, señalan los científicos.
Los investigadores reclutaron a 213 estudiantes universitarios sanos de la Universidad Nacional Autónoma de México, a todos los cuales se les había realizado previamente la prueba de Toxoplasma gondii.
De los cueles, 35 sujetos (22 hombres y 13 mujeres) tenían el parásito, mientras que 178 (86 hombres y 92 mujeres) no lo tenían. Luego, los investigadores hicieron varias preguntas a los sujetos y tomaron fotografías de sus rostros.
A continuación, otros 205 participantes vieron cada uno una colección aleatoria de veinte de estas imágenes, diez de Toxoplasma -sujetos positivos y diez de Toxoplasma -sujetos negativos, calificando a cada participante fotografiado por su atractivo facial y salud percibida en una escala de 10 puntos.
(A los evaluadores no se les informó sobre el estado de Toxoplasma de los participantes). En general, los evaluadores consideraron que los sujetos positivos para Toxoplasma eran significativamente más atractivos y saludables que los sujetos negativos para Toxoplasma.
“La infección por T. gondii puede producir cambios en la simetría facial de sus huéspedes a través de cambios en variables endocrinológicas como los niveles de testosterona”, señalan los investigadores. “Estos cambios, tanto en el sistema endocrinológico como en la simetría facial, en última instancia beneficiarían la propagación del parásito al aumentar el atractivo de sus anfitriones”.
Además, se encontró que las mujeres portadoras del parásito tenían una masa corporal más baja y un IMC más bajo que las mujeres no infectadas, y reportaron tanto un mayor atractivo autopercibido como un mayor número de parejas sexuales.
De hecho, según midieron los investigadores, los participantes con T. gondii tendían a tener caras más simétricas. La simetría facial se asocia comúnmente con la belleza.
Se sabe que otros parásitos afectan las características físicas de sus huéspedes animales. Además, estudios previos mostraron que los hombres infectados con T. gondii tienen niveles más altos de testosterona.
Sin embargo, una explicación más simple para la asociación es que las personas atractivas tienen más probabilidades de contraer T. gondii, ya que pueden participar en más actividades sexuales. (T. gondii puede transmitirse sexualmente). Los investigadores encontraron que los sujetos positivos para Toxoplasma informaron tener más parejas sexuales.
Se necesita más investigación para confirmar el intrigante hallazgo del estudio, así que no estés pensando en auto infectarte con el parasito, con la esperanza de hacer que tu rostro sea más atractivo.
Referencia: Javier I. Borráz-León, Markus J. Rantala, Indrikis A. Krams, et al. «Are Toxoplasma-infected subjects more attractive, symmetrical, or healthier than non-infected ones? Evidence from subjective and objective measurements». PeerJ Mat, March 25, 2022.