Los arqueólogos simplemente sacaron otro secreto de nuestro pasado de las garras de la tierra, dando la bienvenida a una nueva especie humana a nuestro árbol genealógico en crecimiento.
Investigadores estiman haber descubierto una nueva especie humana, con características morfológicas singulares, que vivía en la isla de Luzón, en Filipinas, a finales del Pleistoceno (hace más de 50.000 años), anunciaron el miércoles en la revista Nature.
El análisis de 13 restos fósiles (dientes, falanges de pie y de mano, fragmentos de fémur) hallados en la cueva de Callao, llevaron a los científicos a considerar que se trataba de una nueva especie, que llamaron Homo luzonensis.
Presenta a la vez “elementos o caracteres muy primitivos parecidos a los de los Australopithecus y otros, modernos, cercanos a los del Homo sapiens”, señala Florent Détroit, paleoantropólogo del museo del Hombre en París y principal autor del estudio.
Esta especie “era probablemente pequeña, a juzgar por el tamaño de sus dientes” aunque “no es un argumento suficiente”, indica el investigador.
Según el equipo investigador, los nuevos especímenes presentaban características como llamativos premolares, visiblemente diferentes de los encontrados en otros homínidos, como el Homo Floresiensis, otro homínido de las islas del sureste asiático.
El Homo luzonensis, que no es un ancestro directo del hombre moderno, sería una especie vecina, contemporánea del Homo sapiens, pero con cierto número de características primitivas. Dos de los fósiles descubiertos fueron analizados con el método de datación por series de uranio y son de hace 50.000 años y 67.000 años respectivamente.
La presencia de otras especies de homínido anteriormente desconocidas en esa región pone de manifiesto la importancia de la isla del sureste asiático en la evolución del Homo.
El descubrimiento fue publicado en Nature .