Los artistas de escape a menudo se esconden detrás de una cortina mientras se liberan de sus restricciones. Por lo tanto, no sorprende que un escape exitoso despierte asombro. ¿Cómo funciona el truco? Responder esa pregunta es particularmente difícil cuando el artista del escape es una célula cancerosa.
De hecho, el acto de “escape inmune” de las células cancerosas todavía desconcierta a los científicos, a pesar de que han estado desarrollando tratamientos para prevenir el escape inmune y garantizar que las células T destruyan las células cancerosas.
Los científicos esperan que, al mirar detrás de la cortina, por así decirlo, puedan comprender cómo las células cancerosas desafían las inmunoterapias contra el cáncer, como la inhibición del punto de control.
Investigadores de la Universidad de Friburgo y la Universidad de Leibniz Hannover han arrojado luz sobre el mecanismo a través del cual las células cancerosas se camuflan para escapar de la detección y ataque del sistema inmune.
El descubrimiento del equipo podría allanar el camino para el desarrollo de medicamentos que puedan interrumpir estos procesos de escape.
Las células del sistema inmunitario reconocen las moléculas de la superficie celular que les “advierten” si una célula representa una amenaza. Cuando las células llamadas fagocitos y células B reconocen las células cancerosas, activan las células T, que desencadenan eventos que destruyen las células cancerosas.
Sin embargo, las células cancerosas que han alcanzado la etapa de “escape” ya no poseen las moléculas que muestran que son peligrosas. Las células B y los fagocitos no logran reconocerlos, las células T no se activan y las células cancerosas no se destruyen.
Ahora, el biólogo químico Banks-Banks-Köhn y sus colegas han descubierto una proteína clave que se necesita para activar este proceso de escape. Esperan que sus hallazgos puedan conducir al desarrollo de agentes que interrumpan específicamente este mecanismo de activación.
Esto podría algún día mejorar la efectividad de los enfoques de tratamiento que usan inmunoterapias llamadas inhibidores del punto de control inmunitario, anticuerpos que se unen a los receptores presentes en la superficie de las células T.
En individuos sanos, estos receptores de punto de control inmunitario y las vías de señalización celular que inducen evitan que el sistema inmunitario se salga de control al regular procesos como la inflamación, que pueden causar hinchazón y fiebre.
Las células cancerosas, sin embargo, aprovechan los mecanismos reguladores inmunes como estos para evitar que sean atacados mientras se multiplican.
Banks-Köhn y su equipo llevaron a cabo estudios de cultivo celular que mostraron que una proteína de señalización llamada SHP2 que está presente en las células T se une específicamente a dos sitios en un receptor de punto de control inmunitario llamado muerte celular programada 1 (PD1) una vez que ha sido activado por una señal enviado por las células cancerosas.
Como se informó en la revista Science Advances, esta unión específica en los dos sitios en PD1 desencadena la capacidad de camuflaje de las células cancerosas y detiene la respuesta de las células T.
Los anticuerpos que se unen a los inhibidores de punto de control como PD1 ya han sido aprobados para algunos tipos de cáncer, pero muchos pacientes experimentan reacciones autoinmunes a estas terapias.
El equipo espera que sus nuevos hallazgos puedan ayudar a los investigadores a mejorar estos tratamientos al interceptar el mecanismo de activación de las células cancerosas.
Mayor información: M. Marasco, A. Berteotti, J. Weyershaeuser, N. Thorausch, et al. «Molecular mechanism of SHP2 activation by PD-1 stimulation» Science Advances, published: 31 January 2020.