Los perros mayores de 10 años corren el riesgo de desarrollar una afección neurodegenerativa llamada disfunción cognitiva canina (CCD), también conocida como “demencia canina”.
Más del 50% de los perros corren el riesgo de desarrollar CCD y es casi 6.5 veces mayor en perros inactivos en comparación con aquellos que son muy activos o juguetones.
Los nuevos hallazgos, publicados en Scientific Reports, sugieren que las estimaciones de vida útil podrían informar a los veterinarios si deben evaluar a los perros para CCD.
Al igual que con los humanos, la función cognitiva disminuye a medida que los perros envejecen y los animales afectados por CCD pueden mostrar signos como déficit de memoria, pérdida de la conciencia, interacciones sociales alteradas y trastornos del sueño.
Sarah Yarborough y sus colegas investigaron la prevalencia de CCD en una muestra grande de perros de compañía que participaban en el Proyecto de Envejecimiento de Perros, un estudio longitudinal del envejecimiento en perros domésticos en los EE. UU.
Los científicos analizaron datos del Dog Aging Project, que incluía información detallada de más de 15.000 perros. De todos los animales, el 1,4 % se clasificó con disfunción cognitiva.
Los autores informan que, al considerar solo la edad entre los perros de más de diez años, las probabilidades de ser diagnosticados con CCD aumentaron en un 68 % por cada año adicional de edad.
Al controlar otros factores, como problemas de salud, esterilización, niveles de actividad y tipo de raza, las probabilidades de que un perro desarrolle CCD aumentaron en un 52 % por cada año adicional de vida.
Los autores también señalan que, para perros de la misma raza, edad y estado de salud y esterilización, las probabilidades de CCD fueron 6,47 veces mayores en perros cuyos dueños informaron que no estaban activos en comparación con aquellos cuyos dueños informaron que eran muy activos.
De momento, los especialistas no han podido determinar la causa exacta de la disfunción cognitiva de los perros, pero se cree que se debe a cambios químicos y físicos en el cerebro del animal a medida que envejece, similar al alzhéimer en humanos.
La pérdida de memoria, disminución de la conciencia espacial y cambios de comportamiento, como ir al baño en el hogar, problemas para dormir y desorientación, son algunos de los síntomas.
Sin embargo, los autores advierten que su estudio no muestra una relación causal entre la inactividad y la CCD debido a su naturaleza transversal, y el deterioro cognitivo puede, de hecho, conducir a una actividad reducida.
Referencia: Yarborough, S., Fitzpatrick, A., Schwartz, S.M. et al. “Evaluation of cognitive function in the Dog Aging Project: associations with baseline canine characteristics”. Scientific Reports, 25 August 2022.