“Un día vi cómo los libros de mi hermana se volvían más grandes y cómo mi padre se hacía tan pequeño como un muñeco. Siento que mi cuerpo crece y crece hasta que parece ocupar la habitación entera”.
Estas son algunas de las sensaciones que caracterizan al llamado ‘síndrome de Alicia en el País de las Maravillas‘ un cuadro clínico infrecuente y alarmante, caracterizado por episodios breves de distorsión en la percepción de la imagen corporal y del tamaño, distancia, forma o relaciones espaciales de los objetos, así como en el transcurrir del tiempo.
Se ha descrito en contexto de migrañas, epilepsia, lesiones cerebrales, infecciones víricas y asociado a fármacos y drogas. Es más frecuente en jóvenes, siendo los niños especialmente susceptibles. Generalmente, su evolución es benigna, con recuperación completa en semanas o meses, sin secuelas, aunque puede recurrir tras un periodo de latencia de años.
El síndrome debe su nombre a la obra homónima del escritor británico Lewis Carroll, en la que la joven Alicia ve cómo su tamaño cambia en varias ocasiones durante sus viajes por mundos mágicos.
Investigadores gallegos han estudiado un caso excepcional de este trastorno neurológico en una niña de ocho años de edad que nunca había sufrido migrañas. Sus observaciones se publicaron en la Revista de Neurología y expone que la niña sufrió trastornos de la percepción visual todos los días durante un mes y con una frecuencia de dos o tres días en las dos semanas siguientes sin haber tenido antes cefaleas.
Los pacientes que padecen este síndrome perciben alteraciones en la forma, tamaño y situación espacial de los objetos y las personas que los rodean, así como distorsión de la propia imagen corporal y del transcurso del tiempo.
Según apuntan los estudios, los pacientes son conscientes en todo momento de que se trata de una alucinación transitoria, pero es tan intensa que suelen llegar a dudar de la realidad o a tener que mirarse en el espejo para comprobar su talla. Este síndrome también se ha asociado a otras ilusiones visuales como la palinopsia (imágenes múltiples), acromatopsia (no percepción del color) y prosopagnosia (incapacidad de reconocer caras).
Aunque las pruebas diagnósticas aún no han permitido identificar ningún área del cerebro que se vea específicamente afectada, los resultados de los estudios realizados mediante tomografías computarizadas en pacientes durante su fase aguda revelan áreas de hipoperfusión en las proximidades del tracto visual y el córtex asociado. Este hecho podría dar explicación a las alucinaciones visuales de los pacientes.
Los científicos sospechan que Charles Lutwidge Dofgson, conocido mundialmente bajo el pseudónimo de Lewis Carroll y afectado por migrañas, pudo haber sufrido este síndrome, de forma que las extrañas vivencias de Alicia durante su viaje a través de la madriguera del conejo eran de sobra conocidas por su creador
Causas.
Como cualquier trastorno neurológico, el Síndrome de licia en el País de las Maravillas no tiene unas causas muy bien conocidas, ya que en ella influyen muchas cosas y, además, el cerebro de cada ser humano es algo único y muy adaptado a la vida de cada persona.
Eso significa que puede estar causado por varios tipos de lesiones o alteraciones en el funcionamiento del cuerpo, ya sean crónicos o puntuales. Por ejemplo, los problemas de circulación de la sangre a través del encéfalo podrían llegar a producir sus síntomas.
Por otro lado, ciertas lesiones y enfermedades, como por ejemplo el virus Epstein-Barr, pueden producir este cuadro sintomático, ya que para ello tan solo hay que hacer que el funcionamiento de ciertos grupos de neuronas empiece a cambiar de manera no prevista por la evolución.
¿Quién lo experimenta?
El Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas es mucho más frecuente durante la infancia y la adolescencia. A partir de los 30 años de edad es mucho más raro y, en todo caso, podría aparecer como resultado de lesiones cerebrales.
Tratamiento.
Después de haberse realizado el diagnóstico de este síndrome, se establece un tratamiento que dependerá de cada caso y de las causas relacionadas con la aparición de los síntomas. En ocasiones, un mejor descanso y sueño será suficiente para que los síntomas remitan, mientras que en otros hay que tratar enfermedades y alteraciones neurológicas de carácter crónico.
En todo caso, cualquier forma de intervención sobre el Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas debe ser propuesta y supervisada por un especialista de la salud lo suficientemente acreditado para ello y formado en salud mental y neurología.
Del mismo modo, el pronóstico de este síndrome es muy variable, y depende de cuáles sean sus causas y lo fácil que resulte intervenir sobre ellas para solucionar el problema, conviene conocer este síndrome de carácter benigno, infrecuente, pero a la vez alarmante, para evitar algunos procedimientos innecesarios.
Mayor información: Tirza Naarden, Bastiaan C. ter Meulen, Sarah I. van der Weele and Jan Dirk Blom. «Alice in Wonderland Syndrome as a Presenting Manifestation of Creutzfeldt-Jakob Disease». Frontiers In Neurology, published: 09 May 2019.