Dormir es vital para nuestra salud física, mental y emocional. Pero no todos necesitan dormir la misma cantidad de horas. Un nuevo estudio científico identificó una mutación genética que permite dormir menos sin consecuencias negativas. Esto podría revolucionar el tratamiento de los trastornos del sueño y optimizar el rendimiento en trabajos exigentes.
El estudio fue realizado por un equipo de la Academia China de Ciencias, una institución reconocida en Asia. La investigación fue publicada en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). El artículo fue revisado por especialistas internacionales y aprobado tras rigurosos controles científicos.
La protagonista: una mujer que duerme poco y está sana
El caso comenzó con una mujer de 70 años que duerme solo 6.3 horas diarias. A pesar de dormir menos que el promedio recomendado de 7 a 9 horas, goza de excelente salud. No presenta síntomas de fatiga, deterioro mental ni problemas físicos. Su caso despertó el interés de los científicos.
La mutación SIK3-N783Y: ¿qué es y cómo funciona?
El análisis genético reveló que esta mujer tenía una variante especial en el gen SIK3. Este gen controla una proteína esencial en la regulación de la duración y profundidad del sueño. La mutación, llamada SIK3-N783Y, reduce ligeramente la actividad de esa proteína, acortando el tiempo necesario de descanso.
Comprobación en ratones: la ciencia detrás del hallazgo
Para confirmar que la mutación era responsable del sueño corto, se usaron modelos animales. Los investigadores introdujeron la misma mutación en ratones de laboratorio mediante técnicas de edición genética. Los ratones con la variante SIK3-N783Y también durmieron menos horas que los ratones normales. Sus electroencefalogramas mostraron una mayor actividad delta, indicio de sueño profundo y reparador.
La mutación afecta el proceso de fosforilación, un mecanismo que regula muchas funciones celulares. Particularmente, se observaron alteraciones en proteínas ubicadas en las sinapsis, los puntos de conexión entre neuronas. Esto sugiere que el sueño está fuertemente vinculado con la actividad cerebral a nivel molecular.
¿Qué es el sueño corto natural?
Algunas personas, por razones genéticas, pueden dormir menos sin sufrir daños físicos ni mentales. Este rasgo se conoce como “sueño corto natural” (en inglés, Natural Short Sleep o NSS). La mutación SIK3-N783Y parece ser una de las claves genéticas que explican este fenómeno.
Cómo se desarrolló la investigación paso a paso
- Se identificó a la paciente con sueño corto natural.
- Se secuenció su ADN para buscar variaciones genéticas únicas.
- Se descubrió la mutación SIK3-N783Y en el genoma de la mujer.
- Se replicó la mutación en ratones de laboratorio usando ingeniería genética.
- Se evaluaron los cambios en el patrón de sueño y actividad cerebral.
- Se analizaron proteínas cerebrales para comprender el mecanismo detrás del cambio.
Posibles aplicaciones médicas del descubrimiento
Este hallazgo puede tener un impacto significativo en la medicina del sueño y la neurociencia. Podría ayudar a desarrollar tratamientos para insomnio, trastornos circadianos y fatiga crónica. También podría aplicarse en ocupaciones que requieren alta eficiencia con menos descanso, como medicina, aviación o misiones espaciales.
¿Se puede aplicar esta mutación en humanos?
Modificar genes en humanos sigue siendo una cuestión delicada y requiere gran precaución. Por ahora, el objetivo es comprender mejor los mecanismos para desarrollar fármacos que imiten los efectos de la mutación. La edición genética en adultos humanos no está permitida para este tipo de aplicaciones, pero sí la investigación con modelos animales.
Además del gen SIK3, el estudio detectó cambios en otras enzimas llamadas quinasas. Estas proteínas también podrían estar implicadas en el control del sueño y la vigilia. Los investigadores creen que existe una red genética compleja que regula nuestro patrón de descanso.
¿Dormir poco será el futuro?
La posibilidad de dormir menos y mantenerse sano abre un debate ético y social. ¿Querremos dormir menos solo para ser más productivos? ¿O solo en casos clínicos necesarios? La ciencia avanza, pero las decisiones deben tomarse con cuidado, considerando la salud y el bienestar.
¿Por qué las mujeres necesitan dormir más que los hombres? La ciencia tiene la respuesta.
Conclusión
Este descubrimiento redefine lo que creíamos saber sobre el sueño y sus necesidades. La mutación SIK3-N783Y confirma que algunas personas pueden dormir menos sin afectar su salud. La investigación en ratones valida esta teoría con pruebas sólidas y medibles. El sueño corto natural, antes visto como raro o preocupante, ahora tiene una base genética clara.
Gracias a este estudio, se abre la puerta a terapias más eficaces y personalizadas para mejorar el descanso. Dormir menos y sentirse igual de renovado ya no es un mito, sino una posibilidad científica. El futuro del sueño humano podría estar en nuestros genes.
- Chen, H., et al. (2025). The SIK3-N783Y mutation is associated with the human natural short sleep trait. Proceedings of the National Academy of Sciences, 122(19), e2500356122.
