La necesidad de encontrar rápidamente un tratamiento efectivo contra el coronavirus, ha llevado a los investigadores a evaluar todo tipo de alternativas que permitan ponerle freno a la pandemia. En esta carrera, un grupo de científicos de Bélgica ha descubierto lo que podría ser una esperanza contra el covid-19, en esta oportunidad en los anticuerpos producidos por las llamas.
La protagonista de este hallazgo es Winter, una llama de color chocolate de 4 años con patas delgadas, orejas ligeramente torcidas y pestañas que provocan envidia. Algunos científicos esperan que ella sea una figura importante en la lucha contra el nuevo coronavirus.
Ella no es un camélido superpoderoso. Winter fue simplemente la llama afortunada elegida por investigadores en Bélgica, donde ella vive, para participar en una serie de estudios de virus que involucran tanto al SARS como al MERS.
Inyectaron a Winter proteínas de pico del virus que causó la epidemia de SARS 2002-03 y MERS, y luego analizaron una muestra de su sangre. Y aunque no pudieron aislar un solo anticuerpo de llama que funcionó contra ambos virus, encontraron dos anticuerpos potentes que lucharon por separado contra MERS y SARS.
Al descubrir que sus anticuerpos evitaron esas infecciones, los científicos postularon que esos mismos anticuerpos también podrían neutralizar el nuevo virus que causa Covid-19. Tenían razón, y publicaron sus resultados en la revista Cell.
Los hallazgos muestran exactamente dónde se une el anticuerpo a las proteínas S del virus. Estas proteínas son de vital importancia para el virus, ya que le permiten ingresar a las células huésped. Al dirigirse a estas proteínas, el anticuerpo puede neutralizar el virus. Este es un importante paso adelante en la búsqueda de un medicamento antiviral contra COVID-19.
En camino a la protección…
Los nuevos resultados proporcionan la primera evidencia de que el anticuerpo podría evitar que el nuevo coronavirus infecte las células humanas. Es importante destacar que el anticuerpo también se puede producir a gran escala utilizando procesos de producción que son comunes en la industria biofarmacéutica.
El profesor Saelens enfatiza: “Este es un paso muy importante hacia adelante en la lucha contra COVID-19, hecho posible al unir fuerzas de mi equipo y el de Nico Callewaert (Centro VIB-UGent para Biotecnología Médica)”.
El Dr. Bert Schepens, científico del equipo del profesor Saelens: “El buen trabajo en equipo es crucial. Podemos contar con la experiencia en el centro de investigación y colegas de todo VIB.
La clave del progreso que hicimos es la colaboración de larga data con los laboratorios de Jason Mclellan y Barney Graham. El momento en que observamos la neutralización del virus en estos experimentos realmente se sintió como una victoria colectiva”.
A diferencia de las vacunas, un anticuerpo ofrece protección inmediata, aunque de menor duración. La ventaja de este enfoque sobre las vacunas es que los pacientes no necesitan producir sus propios anticuerpos.
Los grupos más vulnerables, como los ancianos, a menudo presentan una respuesta modesta a las vacunas, lo que significa que su protección puede ser incompleta. Los trabajadores de la salud o las personas con mayor riesgo de exposición al virus también pueden beneficiarse de una protección inmediata. Por lo tanto, este tipo de medicamento puede ser una herramienta importante en la lucha contra la pandemia actual.
Los siguientes pasos…
Los investigadores de VIB están preparando la fase de prueba preclínica para un tratamiento con coronavirus. Aunque estos primeros resultados son muy prometedores, se necesita más investigación para confirmar todo el potencial de este fármaco basado en anticuerpos dirigido contra COVID-19.
“Todavía hay mucho trabajo por hacer para tratar de llevar esto a la clínica”, dijo el Dr. Saelens. “Si funciona, Llama Winter merece una estatua”.
La ventaja de los anticuerpos de los camélidos
No es la primera vez que los científicos recurren a estos camélidos para investigaciones inmunológicas. Los anticuerpos que genera este animal ofrecen la ventaja de que son relativamente pequeños (de aproximadamente una cuarta parte del tamaño de los que se encuentran en los humanos) y se pueden manipular fácilmente para combatir infecciones.
Dijo el Dr. Xavier Saelens, virólogo molecular de la Universidad de Gante en Bélgica y autor del nuevo estudio. Pueden unirse o fusionarse con otros anticuerpos, incluidos los anticuerpos humanos, y permanecer estables a pesar de esas manipulaciones.
Este anticuerpo es una característica genética que comparten las llamas con todos los camélidos, la familia de los mamíferos que también incluye alpacas, guanacos y dromedarios.
La clave de su efectividad está en que, gracias a su reducido tamaño, pueden penetrar en las pequeñas cavidades y hendiduras que hay entre las llamadas “proteínas espiga”, que permiten que los virus como el nuevo coronavirus rompan las células huésped y las infecten.
Mayor información: Daniel Wrapp, DorienDe Vlieger, Kizzmekia S.Corbett, et al. «Structural Basis for Potent Neutralization of Betacoronaviruses by Single-Domain Camelid Antibodies». Cell Press, Published: 05 May 2020.