“Mi perro entiende todo lo que le digo” es una valiente aseveración que muchos tacharían de antropomorfista, al dotar de cualidades humanas a los animales. Pero también abre una interesante pregunta: ¿qué oyen los perros cuando sus dueños les hablan?
Los canes procesan algunas partes del habla humana de forma muy similar a como lo haría una persona, según demuestra un estudio publicado hoy en la revista Current Biology. Al igual que en los seres humanos, cada hemisferio cerebral de los perros está especializado en comprender diferentes partes de la comunicación, ya sea el lenguaje directamente comprensible (palabras y frases) o aquel más sutil (gestos y entonaciones). Una prueba más de que la inteligencia animal, en ocasiones, resulta equiparable a la humana.
“No podemos asegurar cuánta información comprenden, ni cómo”, explica a Teknautas la coautora del estudio e investigadora de la Universidad de Sussex (Reino Unido), Victoria Ratcliffe. “Pero nuestra investigación muestra que los perros perciben varios componentes de la conversación”. Es más, son capaces de reconocer los fonemas de frases como “ven aquí”.
Los investigadores utilizaron resonancia magnética funcional para analizar la actividad cerebral de los perros cuando los animales escuchaban cada combinación. Sus resultados revelan que, independientemente de la entonación, los perros procesan vocabulario, reconociendo cada palabra como algo distinto, y además, lo hacen de una manera similar a los humanos, utilizando el hemisferio izquierdo del cerebro. También, al igual que los humanos, los investigadores encontraron que los perros procesan información de la entonación separadamente del vocabulario, en regiones auditivas en el hemisferio derecho del cerebro. Por último, y también como los seres humanos, el equipo encontró que los perros confiaron el significado de palabras y la entonación al procesar el valor de recompensa de las voces.
Esto significa que no estamos engañando a nuestros perros cuando decimos algo desagradable o neutral en una voz súper feliz. Tampoco es probable que se dejen engañar por palabras sin sentido lanzadas en un tono agradable. Al igual que los seres humanos, entienden, y probablemente aprecian, cuando la alabanza es genuina. Como tal, el estudio mostró la mayor actividad en los centros de recompensa de los cerebros de los perros cuando escucharon tanto un mensaje positivo como un tono positivo. Se demostró que uno sin el otro los confundía, del mismo modo que nos confundiría.
Otro indicador de empatía es el contagio del bostezo. Para que se produzca, es necesario poseer cierta estructura cerebral y las célebres neuronas espejo, responsables de que riamos, lloremos o abramos la boca cuando vemos hacerlo a los demás. Los perros también dan resultados positivos: en unas investigaciones recientes, el 67 % de los individuos estudiados bostezaban a la par que los humanos.
La prueba consistía en examinar su respuesta ante personas que simulaban llorar, situadas junto a otras que simplemente hablaban o tarareaban una canción. Custance y Mayer observaron que los perros mostraban más preocupación y se aproximaban con mayor frecuencia a los voluntarios que fingían estar tristes.
Parecería que, con cada estudio canino que leemos, se aplica el mismo mensaje. Los perros entienden más de lo que todos pensamos. Nuestros mejores amigos son increíbles, y generalmente no les damos suficiente crédito. Acurruca a tu perro hoy, y cuando lo hagas, detente por un momento para apreciar a su genio olvidado.
Fuente: Revista Current Biology