El desamor es un sentimiento que muchas personas experimentan en algún momento de sus vidas. No es fácil de sobrellevar y puede provocar un dolor emocional profundo, similar al sufrimiento físico.
A menudo, nos preguntamos: ¿Por qué duele tanto el desamor? En este artículo, exploraremos la ciencia detrás del dolor del desamor y las razones por las que sentimos tanto dolor emocional.
Las bases neuroquímicas del desamor
Nuestro cerebro está constantemente buscando conexiones sociales y afectivas. Cuando establecemos una relación amorosa, se liberan hormonas y neurotransmisores como la oxitocina, la dopamina y la serotonina (Fisher et al., 2006).
Estas sustancias están relacionadas con el apego emocional y la formación de vínculos, lo que hace que nos sintamos conectados y felices en la relación.
Cuando una relación se termina y experimentamos el desamor, también hay cambios en la actividad cerebral y la liberación de estas sustancias químicas.
Los niveles de oxitocina disminuyen, provocando una disminución en el sentimiento de seguridad y conexión emocional (Kiecolt-Glaser et al., 2010).
También hay una reducción en la actividad de los sistemas de recompensa en el cerebro, lo que hace que nos sintamos tristes y desesperanzados.
El desamor y el dolor físico
Estudios recientes han demostrado que el cerebro procesa el desamor de manera similar a como procesa el dolor físico (Kross et al., 2011).
La corteza prefrontal ventromedial y la corteza cingulada anterior, áreas del cerebro involucradas en la percepción del dolor físico, también están activas durante el desamor.
Esto sugiere que nuestro cerebro percibe el desamor como una forma de dolor, y por eso lo sentimos tan intensamente.
Además, el desamor también puede afectar nuestro cuerpo. El estrés emocional generado por el desamor puede causar síntomas físicos como insomnio, cambios en el apetito y fatiga (Rohleder et al., 2010).
En casos extremos, el desamor puede provocar una afección llamada “síndrome del corazón roto” o miocardiopatía por estrés, donde el corazón se debilita temporalmente debido al intenso estrés emocional (Templin et al., 2015).
La importancia de la adaptación emocional
A pesar de que el desamor puede ser extremadamente doloroso, también es una experiencia emocional importante. El dolor del desamor nos ayuda a adaptarnos y aprender de nuestras experiencias pasadas (Kross et al., 2011).
Por ejemplo, el dolor emocional puede motivarnos a analizar qué salió mal en la relación y cómo podemos mejorar en el futuro.
El proceso de recuperación y adaptación también puede fortalecer nuestras habilidades de afrontamiento emocional y nuestra capacidad para enfrentar futuras adversidades (Lewandowski et al., 2010). En última instancia, el dolor del desamor nos ayuda a crecer y desarrollarnos como personas.
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Conclusión
El desamor duele tanto porque nuestro cerebro está diseñado para buscar conexiones sociales y afectivas, y la ruptura de una relación amorosa provoca cambios neuroquímicos significativos que se manifiestan como dolor emocional y físico.
Al experimentar el desamor, nuestro cerebro procesa este dolor de manera similar al dolor físico, lo que explica la intensidad de las emociones que sentimos.
Sin embargo, también es importante recordar que el desamor puede ser una experiencia emocional crucial que nos permite crecer y aprender de nuestras experiencias pasadas.
A medida que enfrentamos el dolor del desamor y nos adaptamos a la vida sin nuestra pareja, desarrollamos habilidades emocionales más sólidas y una mayor resiliencia.
Si bien el desamor puede ser una experiencia dolorosa y desafiante, también puede ser una oportunidad para el crecimiento personal y el desarrollo emocional.
[expand title=”Referencias”]
- Fisher, Helen E., Arthur Aron, and Lucy L. Brown. “Romantic love: a mammalian brain system for mate choice.” Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 13 November 2006.
- Kiecolt-Glaser, Janice K., Jean-Philippe Gouin, and Liisa Hantsoo. “Close relationships, inflammation, and health.” Neuroscience & biobehavioral reviews, September 2010.
- Kross, Ethan, et al. “Social rejection shares somatosensory representations with physical pain.” Proceedings of the National Academy of Sciences, March 28, 2011.
- Rohleder, Nicolas, et al. “Stress on the dance floor: the cortisol stress response to social-evaluative threat in competitive ballroom dancers.” Personality and Social Psychology Bulletin, January 2007.
- Templin, Christian, et al. “Clinical features and outcomes of takotsubo (stress) cardiomyopathy.” New England Journal of Medicine, September 3, 2015.
- Lewandowski Jr, Gary W., et al. “Losing a self‐expanding relationship: Implications for the self‐concept.” Personal Relationships, 16 August 2006. [/expand]