A lo largo de la historia, muchas personas han experimentado la aterradora sensación de despertar en medio de la noche, incapaces de moverse o hablar, con una presión en el pecho y la inquietante impresión de que alguien o algo está en la habitación.
Esta experiencia, conocida en algunas culturas como “subida del muerto” o “se te sube el muerto”, tiene una explicación científica: la parálisis del sueño.
En este artículo, exploraremos los últimos hallazgos científicos sobre este fenómeno y cómo afecta a quienes lo experimentan.
La parálisis del sueño: ¿qué es?
La parálisis del sueño es un trastorno del sueño que se produce cuando una persona se encuentra en la transición entre el sueño y la vigilia.
Durante este tiempo, el cerebro y los músculos pueden experimentar una desconexión temporal, lo que provoca que la persona se despierte, pero no pueda moverse ni hablar (1).
Este fenómeno puede ser aterrador, especialmente si va acompañado de alucinaciones auditivas, visuales o táctiles.
Causas y factores de riesgo
Aunque la parálisis del sueño puede afectar a cualquier persona, existen algunos factores de riesgo que pueden aumentar su probabilidad de ocurrencia.
Algunos de estos factores incluyen el estrés, la falta de sueño, los cambios en el horario de sueño, el consumo de alcohol o drogas y la predisposición genética (2).
Además, las personas con trastornos del sueño, como el síndrome de apnea obstructiva del sueño, también pueden ser más propensas a experimentar la parálisis del sueño (3).
Investigaciones recientes sobre la parálisis del sueño
En los últimos años, se han llevado a cabo numerosas investigaciones para comprender mejor la parálisis del sueño y cómo afecta a las personas.
Un estudio realizado en 2018 por investigadores de la Universidad de Cambridge encontró que la parálisis del sueño es un fenómeno común, que afecta aproximadamente al 8% de la población en general (4).
Otro estudio realizado en 2021 por la Universidad de Pennsylvania mostró que las personas que experimentan parálisis del sueño también pueden tener un mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad y depresión (5).
Prevención y tratamiento
Aunque no existe una cura específica para la parálisis del sueño, hay algunas medidas que pueden ayudar a prevenir su aparición o disminuir la frecuencia de los episodios.
Estas medidas incluyen mantener un horario regular de sueño, evitar el consumo excesivo de alcohol o drogas, reducir el estrés y practicar técnicas de relajación antes de dormir, como la meditación o el yoga (6).
En algunos casos, los médicos también pueden recetar medicamentos para tratar los trastornos del sueño subyacentes que pueden estar contribuyendo a la parálisis del sueño.
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Conclusión
La parálisis del sueño es un fenómeno aterrador pero común que afecta a muchas personas en todo el mundo.
A pesar de su apariencia sobrenatural, la ciencia ha demostrado que tiene una base fisiológica y está relacionada con una desconexión temporal entre el cerebro y los músculos durante la transición entre el sueño y la vigilia.
Afortunadamente, existen estrategias de prevención y tratamiento que pueden ayudar a las personas a reducir la frecuencia y la intensidad de estos episodios.
Entender la parálisis del sueño y sus causas subyacentes es esencial para reducir el miedo y el estigma asociados con esta experiencia.
A medida que la investigación científica avanza en este campo, es probable que se descubran nuevas formas de abordar y tratar este trastorno del sueño, mejorando la calidad de vida de quienes lo padecen.
Referencias