Hay un viejo dicho en las dietas que dice que hay que “desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo”, basado en la creencia de que consumir la mayor parte de las calorías diarias por la mañana optimiza la pérdida de peso al quemar las calorías de forma más eficiente y rápida.
Pero, según el estudio publicado en Cell Metabolism, el hecho de que una persona ingiera abundante comida en la mañana o por la tarde no afecta la forma en que su cuerpo metaboliza las calorías.
Sin embargo, las personas que ingirieron abundante comida en las mañanas informaron que se sentían menos hambrientas al final del día, lo que podría facilitar la pérdida de peso en el mundo real.
En este estudio, los investigadores reclutaron a sujetos sanos con sobrepeso u obesidad para controlar sus dietas y medir sus metabolismos durante un periodo de tiempo; 16 hombres y 14 mujeres completaron el estudio.
A cada participante se le asignó aleatoriamente una dieta cargada por la mañana o una dieta cargada por la noche durante cuatro semanas. Las dietas eran isocalóricas, con un equilibrio del 30% de proteínas, 35% de carbohidratos y 35% de grasas.
Tras un periodo de lavado de una semana en el que las calorías se equilibraban a lo largo del día, cada participante pasaba a la dieta opuesta durante cuatro semanas. De este modo, cada participante actuaba como su propio control del estudio.
A lo largo del estudio, se midió el gasto energético diario total de los sujetos mediante el método del agua doblemente marcada, una técnica basada en isótopos que observa la diferencia entre las tasas de recambio del hidrógeno y el oxígeno del agua corporal en función de la producción de dióxido de carbono.
El criterio de valoración principal del estudio fue el equilibrio energético medido por el peso corporal. En general, los investigadores comprobaron que el gasto energético y la pérdida de peso total eran iguales en las dietas con carga matinal y en las dietas con carga vespertina.
Los sujetos perdieron una media de algo más de 3 kg (unas 7 libras) durante cada uno de los períodos de cuatro semanas.
En el estudio, los puntos finales secundarios fueron el control subjetivo del apetito, el control glucémico y la composición corporal. Los participantes informaron de que su apetito estaba mejor controlado los días en que desayunaban más y que se sentían saciados durante el resto del día.
Una de las limitaciones del estudio es que se realizó en condiciones de vida libre y no en el laboratorio. Además, algunas mediciones metabólicas sólo estaban disponibles después del desayuno y no después de la cena.
Referencia: Leonie C.Ruddick-Collins, Peter J.Morgan, Claire L.Fyfe, et al. «Timing of daily calorie loading affects appetite and hunger responses without changes in energy metabolism in healthy subjects with obesity». Cell Metabolism, 09 September 2022.