El cáncer es una de las enfermedades más temidas a nivel mundial, y durante muchos años fue sinónimo de una sentencia de muerte. Sin embargo, en las últimas décadas, los avances en el tratamiento y diagnóstico de esta enfermedad han sido notables, lo que ha permitido salvar la vida de millones de personas. Hoy en día, aunque sigue siendo una de las principales causas de muerte, la tasa de supervivencia ha aumentado de manera significativa.
Progresos en el tratamiento del cáncer
De acuerdo con el Observatorio Global del Cáncer (GLOBOCAN), alrededor de 9,7 millones de personas mueren cada año a causa de esta enfermedad. Aunque estas cifras siguen siendo alarmantes, los avances científicos han hecho posible que muchas personas sobrevivan al diagnóstico de cáncer. De hecho, actualmente existen 53,5 millones de personas que siguen vivas después de haber sido diagnosticadas con cáncer, y muchos de ellos han superado la enfermedad gracias a tratamientos más efectivos.
Según el artículo publicado en JAMA Network Open, se destaca que los avances en la detección temprana y los tratamientos personalizados han permitido una mejora significativa en la tasa de supervivencia de algunos tipos de cáncer. Estos avances se deben a una mejor comprensión de cómo se desarrollan los cánceres y, lo más importante, a la mejora en los tratamientos. Estos avances han hecho posible que uno de cada nueve hombres y una de cada 12 mujeres mueran por esta enfermedad.
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¿Por qué el cáncer es tan diverso?
El cáncer no es una sola enfermedad, sino más de 300 tipos diferentes. Esto se debe a que, a nivel celular, cada tipo de cáncer tiene características y comportamientos únicos. Aunque los médicos suelen clasificar los cánceres según el órgano o tejido que afecta (como el cáncer de pulmón, mama o colon), dentro de cada uno de estos grupos existen variaciones significativas.
El genetista británico y Premio Nobel, Paul Nurse, ha explicado que “los cánceres son tan diversos como lo son las células de nuestro cuerpo y las funciones que desempeñan”. Esto significa que incluso dentro de un solo tipo de cáncer, como el de mama, pueden existir variaciones genéticas que hacen que el tratamiento sea más o menos efectivo. Además, las células de los tumores pueden comportarse de maneras muy diferentes, lo que afecta el pronóstico y la respuesta al tratamiento.
Por ejemplo, algunos cánceres son muy agresivos y se diseminan rápidamente a otras partes del cuerpo, lo que los hace más difíciles de tratar. En cambio, otros tipos de cáncer crecen lentamente y son más fáciles de controlar.
Cánceres que matan más que otros
Existen ciertos tipos de cáncer que tienen una mayor tasa de mortalidad debido a su agresividad, la rapidez con que se diseminan o la dificultad de su diagnóstico. Cánceres como el de páncreas, hígado y esófago suelen ser mucho más letales que otros tipos como el de próstata o piel. Esta diferencia en la mortalidad se debe a varios factores, como la falta de síntomas tempranos, la dificultad para detectarlos en etapas iniciales y la resistencia a los tratamientos.
Según un artículo publicado en Lancet Oncology, los cánceres de páncreas y esófago son ejemplos de tumores que, debido a su dificultad para detectarse en etapas tempranas, son más mortales. El cáncer de páncreas, por ejemplo, se caracteriza por ser muy difícil de detectar hasta que está en una fase avanzada, momento en el que el tratamiento ya es menos efectivo. Asimismo, el cáncer de esófago suele ser asintomático en sus primeras etapas, lo que dificulta su diagnóstico temprano.
La importancia de la investigación
Para poder tratar con éxito los diferentes tipos de cáncer, los científicos necesitan continuar investigando y desarrollando tratamientos específicos para cada tipo. Es crucial entender cómo se comportan las células cancerosas y por qué algunos tumores son más resistentes que otros a los tratamientos tradicionales, como la quimioterapia y la radioterapia.
Una de las áreas de investigación más prometedoras es la inmunoterapia, que utiliza el sistema inmunológico del propio cuerpo para atacar las células cancerosas. Esta terapia ha mostrado resultados muy positivos en ciertos tipos de cáncer, como el melanoma, el cáncer de pulmón y el de riñón. Sin embargo, todavía no funciona para todos los tipos de cáncer, lo que subraya la necesidad de investigar más a fondo cada tipo de tumor.
Conclusión
El cáncer sigue siendo una enfermedad mortal, los avances científicos y médicos han permitido que muchas personas sobrevivan más tiempo y mejoren su calidad de vida. Sin embargo, la lucha contra el cáncer es compleja, ya que no es una sola enfermedad, sino muchas, cada una con características propias. Algunos cánceres son más agresivos y difíciles de tratar, lo que explica por qué algunos matan más que otros.
- Bizuayehu, H. M., et al. (2024). Global Disparities of Cancer and Its Projected Burden in 2050. JAMA Network Open, 7(11), e2443198.
- McIntosh, S. A., et al. (2023). Global funding for cancer research between 2016 and 2020: A content analysis of public and philanthropic investments. The Lancet. Oncology, 24(6), 636-645.
