Los primates machos equipados con todas las campanas y silbatos para atraer a una hembra tienden a tener las gónadas más pequeñas, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Australia Occidental y la Universidad de Zúrich.
Los primates machos son altamente competitivos, especialmente sobre una cosa: engendrar descendencia. Para maximizar sus posibilidades de transmitir sus genes, los machos de muchas especies de primates invierten mucho en diversos rasgos sexuales, como un gran tamaño corporal o caninos largos que pueden servir como armas en concursos directos sobre las parejas.
Además, vistosos adornos sexuales como crines, barbas, hinchazones carnosas y parches coloridos en la piel pueden ayudarlos a intimidar a sus rivales y cortejar a las hembras. Y si los machos no pueden mantener a otros machos lejos de sus hembras, intentarán superarlos al nivel de los espermatozoides.
La vistosa ornamentación del cuerpo conduce pequeños testículos: todos estos rasgos masculinos son energéticamente costosos. Entonces, ¿Cómo asignan los primates sus recursos limitados a los diversos rasgos sexuales para maximizar su éxito reproductivo?
Esta pregunta es el foco de un nuevo estudio de Stefan Lüpold, biólogo evolutivo de la Universidad de Zúrich (UZH), y sus colegas Leigh Simmons y Cyril Grueter de la Universidad de Australia Occidental. Estos biólogos compararon los rasgos sexuales de más de 100 especies de primates, incluidos los humanos.
Individualmente, la expresión de estos rasgos aumenta con la intensidad de la competencia masculina, como se esperaba. Pero considerar todos los rasgos en conjunto revela una importante compensación: “La elaboración del ornamento se produce a expensas del tamaño de los testículos y la producción de esperma. En pocas palabras, los machos más llamativos tienen los testículos más pequeños”, dice Lüpold.
Los recursos limitados determinan el grado de expresión: el nuevo estudio es el primero en examinar todos los rasgos sexuales simultáneamente. Ha sacado a la luz las sutilezas de cómo los primates machos invierten en maximizar su éxito reproductivo: “Los testículos grandes vienen con armas grandes, pero menos ornamentación”. Los investigadores ofrecen varias explicaciones para sus hallazgos.
Pero uno de los puntos clave puede ser la energía requerida para desarrollar y mantener múltiples rasgos sexuales a lo largo de la madurez sexual de un macho. “Es difícil tenerlo todo”, dice Lüpold.
“Este hallazgo muestra claramente que puedes estar bien adornado o bien dotado, pero es difícil ser ambos”, dijo el Dr. Grueter. ¿Por qué? Una de las razones, sospechan los investigadores, es que tratar de hacer ambas cosas requiere demasiada energía.
Referencia: Stefan Lüpold, Leigh W. Simmons and Cyril C. Grueter. «Sexual ornaments but not weapons trade off against testes size in primates». Proceedings of the Royal Society B, 10 April 2019.