Los científicos han cartografiado por primera vez el fondo marino de las Islas Cocos (Keeling) en Australia, con todo detalle, revelando enormes montañas marinas antiguas de cima plana, flanqueadas por conos volcánicos, crestas espinosas y cañones formados por avalanchas de arena que se han desplomado sobre el fondo marino abisal.
Los investigadores utilizaron un sonar multihaz de alta tecnología para mapear la estructura del fondo marino, y cámaras, redes y trineos para muestrear hábitats desde 60 metros hasta 5500 metros de profundidad previamente desconocida.
Algunos hallazgos fascinantes
– Una anguila ciega, hasta ahora desconocida, recogida a unos 5 km de profundidad y cubierta de una piel suelta, transparente y gelatinosa. Sus ojos están poco desarrollados y, de forma inusual para un pez, las hembras dan a luz a crías vivas.
– Peces murciélago de aguas profundas que se desplazan por el fondo marino con sus aletas en forma de brazo. Tienen un diminuto “señuelo de pesca” en un pequeño hueco de su hocico para atraer a sus presas.

– El pez araña tributo, con largas aletas inferiores con puntas engrosadas, que le permiten apoyarse en el fondo como si estuviera sobre zancos, lo que le da la altura perfecta para alimentarse de pequeños langostinos que pasan a la deriva en la corriente.

– La extraña anguila pelícano tiene una cabeza diminuta en la parte delantera de sus enormes mandíbulas y un estómago extensible para poder engullir y tragar alimentos de gran tamaño.
La anguila pelícano está cubierta de piel negra aterciopelada y tiene un órgano luminoso en la punta de la cola para atraer a sus presas.
– Pez lagarto de aleta alta, voraces depredadores de aguas profundas con la boca llena de largos y afilados dientes.
Pertenecen a un grupo de peces que son hermafroditas simultáneos; tienen un ovotestículo con tejido reproductor masculino y femenino funcional al mismo tiempo.

– Pez víbora de Sloane, con enormes dientes en forma de colmillo que son visibles incluso cuando la boca está cerrada.
El pez víbora tiene filas de órganos luminosos a lo largo de la parte inferior y una aleta superior muy larga con órganos luminosos en la punta para atraer a las presas.

La esbelta anguila agachadiza, que se encuentra a 4 km de profundidad bajo la superficie del mar. Con su larga cola en forma de hilo, puede alcanzar un metro de longitud con un peso de sólo 50 gramos.
Sus mandíbulas curvadas, permanentemente abiertas, están cubiertas de diminutos dientes ganchudos que enganchan a sus presas crustáceas.
– Los erizos de mar “pancake”, que tienen un delicado esqueleto que se aplana como un pancake cuando está fuera del agua. Las espinas tienen punta de veneno.

“Hemos descubierto un número asombroso de especies potencialmente nuevas que viven en este remoto parque marino”, dijo el Dr. Tim O’Hara, autor del presente estudio.
“Estamos orgullosos de que nuestros mapas, datos e imágenes sean utilizados por Parks Australia para gestionar el nuevo parque marino en el futuro”.