La detección de los síntomas de COVID-19 y la auto-cuarentena son buenos para evitar que las personas enfermas propaguen el coronavirus. Pero cada vez más evidencia sugiere que las personas sin síntomas también están propagando el virus. Monica Gandhi, médica e investigadora de enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco, explica lo que se sabe sobre la propagación asintomática y por qué cree que puede ser una gran parte de lo que está impulsando la pandemia.
1. ¿Qué significa estar asintomático?
El SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19, puede producir una variedad de manifestaciones clínicas.
Algunas personas infectadas nunca desarrollan ningún síntoma en absoluto. Estos pacientes se consideran casos asintomáticos verdaderos.
Cuando las personas se enferman por el coronavirus, se necesitan en promedio cinco días y hasta dos semanas para desarrollar síntomas que pueden variar de muy leves a extremadamente peligrosos. El tiempo entre la infección inicial y los primeros síntomas se llama fase presintomática.
Como médico de enfermedades infecciosas, cuando escucho sobre la propagación asintomática del SARS-CoV-2, pienso en una persona que no tiene síntomas en el momento en que le transmite el virus a otra persona. No importa si se trata de un caso verdaderamente asintomático o simplemente presintomático; el riesgo para la salud pública es el mismo.
2. ¿Cuántas personas son asintomáticas?
Las estimaciones de la proporción de casos asintomáticos verdaderos (aquellos que están infectados y nunca desarrollan síntomas) oscilan entre el 18% y más del 80%. Las razones de la gran variedad de estimaciones aún no están claras, pero algunos estudios son mejores que otros.
La forma más precisa de determinar la tasa de casos asintomáticos es hacer pruebas a las personas independientemente de si tienen síntomas o no, un enfoque llamado prueba masiva universal, y rastrearlos a lo largo del tiempo para ver si desarrollan síntomas más adelante.
Una reciente campaña de pruebas masivas en San Francisco encontró que el 53% de los pacientes infectados estaban asintomáticos cuando se les hizo la primera prueba y el 42% permanecieron asintomáticos durante las siguientes dos semanas.
Otro artículo reciente comparó la evidencia de 16 estudios y estimó que la tasa general de infección asintomática es del 40% al 45%. Esto está en línea con el hallazgo de San Francisco, pero los estudios muestreados fueron de diferente calidad y tamaño y probablemente incluyen algunos casos presintomáticos.
Aunque ninguno de estos estudios es perfecto, muchas pruebas respaldan una tasa asintomática real de alrededor del 40%, más una fracción adicional de pacientes que son presintomáticos.

3. ¿Cómo pueden las personas asintomáticas transmitir el coronavirus?
En comparación con la mayoría de las otras infecciones virales, el SARS-CoV-2 produce un nivel inusualmente alto de partículas virales en el tracto respiratorio superior, específicamente en la nariz y la boca. Cuando esas partículas virales escapan al medio ambiente, eso se llama desprendimiento viral.
Los investigadores han descubierto que las personas presintomáticas propagan el virus a una tasa extremadamente alta, similar a la gripe estacional. Pero las personas con gripe normalmente no eliminan el virus hasta que presentan síntomas.
La ubicación del desprendimiento también es importante. El SARS-CoV, el virus que causó la epidemia de SARS en 2003, no se elimina mucho por la nariz y la boca. Se replica profundamente en los pulmones. Dado que el SARS-CoV-2 está presente en grandes cantidades en la nariz y la boca de una persona, es mucho más fácil que el virus se escape al medio ambiente.
Cuando la gente tose o habla, rocía gotitas de saliva y moco en el aire. Dado que el SARS-CoV-2 se derrama mucho en la nariz y la boca, es probable que estas gotas sean la forma en que las personas sin síntomas propagan el virus.
4. ¿Cuánta propagación asintomática está ocurriendo?
Los expertos en salud pública no saben exactamente cuánta propagación causan los pacientes asintomáticos o presintomáticos. Pero hay algunos indicios reveladores de que es uno de los principales impulsores de esta pandemia.
Una estimación inicial de modelos sugirió que el 80% de las infecciones podrían atribuirse a la propagación de casos indocumentados. Es de suponer que los pacientes indocumentados estaban asintomáticos o solo presentaban síntomas extremadamente leves. Aunque interesante, los investigadores hicieron muchas suposiciones en ese modelo, por lo que es difícil juzgar la precisión de esa predicción.
Un estudio que analizó los brotes en Ningbo, China, encontró que las personas sin síntomas propagan el virus con la misma facilidad que las que tienen síntomas. Si la mitad de todas las personas infectadas no presentan síntomas en algún momento, y esas personas pueden transmitir el SARS-CoV-2 tan fácilmente como los pacientes sintomáticos, es seguro asumir que un gran porcentaje de la propagación proviene de personas sin síntomas.
Incluso sin conocer las cifras exactas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades creen que la transmisión de personas sin síntomas es un factor importante que contribuye a la rápida propagación del SARS-CoV-2 en todo el mundo.

5. ¿Qué podemos hacer para limitar la propagación asintomática?
Cada vez que un virus puede ser transmitido por personas sin síntomas, debe recurrir a medidas preventivas.
Las medidas de distanciamiento social y los encierros funcionan, pero tienen grandes repercusiones económicas y sociales. Estos eran necesarios cuando los epidemiólogos no sabían cómo se estaba propagando el virus, pero ahora sabemos que se propaga en grandes cantidades por el tracto respiratorio superior.
Esto significa que el uso de mascarillas universales es la mejor herramienta para limitar la transmisión, y hay evidencia que respalda esa idea.
El 3 de abril, el CDC recomendó que todos los miembros del público usen cubiertas faciales cuando estén fuera de la casa y alrededor de otras personas. La Organización Mundial de la Salud finalmente hizo lo mismo y recomendó el enmascaramiento público universal el 5 de junio.
En este punto, nadie sabe exactamente cuántos casos de COVID-19 se deben a diseminación asintomática. Pero yo y muchos otros investigadores de enfermedades infecciosas estamos convencidos de que está jugando un papel importante en esta pandemia.
Usar una máscara y practicar el distanciamiento social puede prevenir la propagación asintomática y ayudar a reducir el daño de este peligroso virus hasta que obtengamos una vacuna.
Autor: Monica Gandhi Profesor de Medicina, División de VIH, Enfermedades Infecciosas y Medicina Global, Universidad de California, San Francisco. Este artículo se vuelve a publicar de The Conversation, bajo una licencia Creative Commons.