No es algo de lo que se hable a menudo en la mesa, pero la salud intestinal juega un papel fundamental en el bienestar general. Y una de las afecciones más comunes que afectan al intestino grueso es la enfermedad diverticular.
La enfermedad diverticular o diverticulosis se caracteriza por la formación de pequeñas protuberancias o bolsas (llamadas divertículos) en la pared del colon, a menudo debido a un debilitamiento de la capa muscular. Estas bolsas suelen ser inofensivas, pero en algunos casos pueden inflamarse o infectarse, una afección conocida con el nombre ligeramente diferente de diverticulitis.
Alrededor del 70% de las personas en países occidentales habrán desarrollado enfermedad diverticular al llegar a los 80 años. Esta enfermedad también se está presentando cada vez más en adultos jóvenes, lo que podría estar relacionado con el bajo contenido de fibra y el alto nivel de procesamiento de muchas dietas modernas. Las encuestas dietéticas del Reino Unido muestran que actualmente las personas consumen solo el 60% de la ingesta diaria recomendada de fibra.
No se comprenden del todo las razones por las que algunas personas desarrollan enfermedad diverticular y otras no. Sin embargo, se han identificado varios factores contribuyentes, como la estructura y el movimiento del colon, la dieta, el consumo de fibra, la obesidad, la actividad física y la genética.
La mayoría de las personas con enfermedad diverticular no presentan síntomas. Sin embargo, algunas pueden presentar dolor o molestias en la parte inferior izquierda del abdomen, que suelen empeorar después de comer, así como hinchazón, diarrea o estreñimiento. Estos síntomas pueden ser similares a los de otros trastornos digestivos, como el síndrome del intestino irritable (SII), lo que dificulta el diagnóstico.
A pesar de su frecuencia, la enfermedad diverticular suele malinterpretarse. Muchas personas no presentan ningún síntoma, mientras que otras experimentan molestias digestivas persistentes.
La diverticulitis (cuando los divertículos del colon se inflaman o infectan) suele presentarse con síntomas más graves, como dolor abdominal constante, fiebre alta, náuseas y, en algunos casos, cambios en el ritmo intestinal. Estos síntomas requieren atención médica urgente, ya que la diverticulitis sin tratamiento puede causar complicaciones.
Afortunadamente, pequeños cambios en la dieta y el estilo de vida pueden marcar una gran diferencia, y los consejos obsoletos están siendo rápidamente reemplazados por recomendaciones basadas en la evidencia. Históricamente, a las personas con enfermedad diverticular se les decía que evitaran alimentos como frutos secos, semillas y palomitas de maíz por temor a que se atascaran en los divertículos y causaran inflamación. Sin embargo, esta idea ahora ha sido desmentida.
La guía actualizada del Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención confirma que no es necesario evitar estos alimentos a menos que un profesional de la salud lo indique específicamente.
Lo que sí ayuda es una dieta rica en fibra. La fibra ablanda las heces y facilita su evacuación, lo que ayuda a reducir la presión en el colon y a prevenir el estreñimiento, uno de los factores de riesgo conocidos para la diverticulitis. Cuando las heces son pequeñas y duras, pueden alojarse en los divertículos, aumentando el riesgo de inflamación o infección.
Además de consumir más fibra, mantenerse bien hidratado y hacer actividad física también favorece una digestión saludable. El agua ayuda a la fibra a realizar su función, mientras que el movimiento regular puede favorecer una función intestinal normal y reducir el riesgo de complicaciones.
Si no puede alcanzar sus objetivos de fibra únicamente a través de los alimentos, su médico o dietista puede recomendarle suplementos de fibra o laxantes suaves.
Descubren una vitamina que podría ayudar a prevenir el cáncer de colon.
Las directrices oficiales del Reino Unido recomiendan que los adultos consuman al menos 30 g de fibra al día. Algunas maneras sencillas de lograrlo incluyen comenzar el día con un cereal de desayuno rico en fibra y añadir fruta fresca o seca. Cambiar a pan integral, optar por pasta integral o arroz integral e incluir más lentejas, garbanzos, legumbres y verduras en las comidas puede ser de gran ayuda.
Por ejemplo, zanahoria rallada, lentejas rojas o frijoles rojos se pueden agregar fácilmente a platos a base de carne picada, mientras que las verduras crudas como pimientos o zanahorias funcionan bien con salsas como hummus o guacamole.
Al aumentar la ingesta de fibra, es mejor hacerlo gradualmente. Un aumento repentino de fibra puede causar hinchazón o gases, así que dale tiempo a tu sistema digestivo para que se adapte.
Al hacer pequeños cambios sostenibles en tu dieta y estilo de vida, como consumir más fibra, mantenerte hidratado y moverte, puedes reducir el riesgo de molestias y complicaciones. Con consejos médicos actualizados y una nutrición equilibrada, es totalmente posible mantener un intestino sano y funcionando correctamente durante años.
Autor: Sophie Davies, profesora de Nutrición y Dietética en la Facultad de Ciencias del Deporte y la Salud de la Universidad Metropolitana de Cardiff.
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Mi mama estuvo 1 mes con dolor avdominal ardor siempre le dijeron que fue gastritis y en la tomografia salio que tenia diverticulos
Resulta que no podia alimentatse ,porque le dolia el estomago y hace 2 dias mi mama sintio dolor intenso bajo viebtre y la internaron el resultado fue peritobitis y agujero en el intestino al operarla mi mama le quitaron gran parte del intestino delgado y no resistio porque hizo sock septico su presion y azucar bajaron fallecio de un infarto
Gracias por la información, no lo sabia .
Yo hace un mes que estoy con dolor en hipocondrio izquierdo,la TAC evidenció Divertículos,no me alcanzan los analgésicos /antiespasmodicos,en unos días veré a mi cirujano tengo 70 años ,no quiero una colostomia,eso me llevaría al suicidio, soy enfermera y somos malas pacientes,no lo soporto estaría.