La leyenda del “kraken” ha cautivado a los humanos durante milenios. Las historias de calamares de aguas profundas que arrastran a marineros e incluso barcos enteros a su perdición se pueden encontrar en todo, desde la mitología griega antigua hasta los éxitos de taquilla de las películas modernas.
Por lo tanto, es irónico que la especie que inspiró estas historias, el calamar gigante Architeuthis dux, sea tímida ante las cámaras. De hecho, filmar esta especie en estado salvaje ha demostrado ser un desafío insuperable para innumerables científicos, exploradores y cineastas.
Hasta la fecha, solo un científico, el Dr. Edith Widder de la Asociación de Investigación y Conservación del Océano, ha capturado repetidamente un calamar gigante vivo en la cámara.
En un nuevo estudio, la Dra. Widder y sus colegas finalmente revelaron los secretos detrás de su éxito. Este estudio, incluye varios videos fascinantes de grandes calamares de aguas profundas que nunca antes se habían publicado.
El calamar gigante Architeuthis dux, el invertebrado más grande del planeta, puede llegar a medir hasta 14 metros de largo, pero resulta muy difícil de observar, pues viven a una profundidad de más de 400 metros, adonde llega muy poca luz solar.
Para adaptarse a estas condiciones de oscuridad casi constante, los calamares han desarrollado los ojos más grandes del reino animal, de unos 30 centímetros de diámetro, estos ojos del tamaño de un plato de comida son lo suficientemente sensibles como para ver bajo la luz más tenue.
De hecho, los autores de este estudio piensan que los ojos de calamar gigante podrían tener una vista tan buena que han podido detectar y evitar la mayoría de los submarinos o cámaras submarinas que la gente ha utilizado anteriormente para intentar filmar estas especies.
Para ocultar la cámara a los ojos de los calamares, el equipo de biólogos coordinado por Edith Widder, de la Asociación de Investigación y Conservación Oceánica (Ocean Research & Conservation Association) empleó un dispositivo de luces rojas muy débiles, ya que estos moluscos no pueden ver la luz roja.
Además de camuflar la cámara, los investigadores utilizaron un elemento que denominaron ‘e-Jelly’, consistente en una imitación de la medusa Atolla sp. valiéndose de neones azules, lo que sirvió de cebo para atraer a los moluscos que suelen cazar a animales que generan su propia luz.
La combinación de las luces rojas con el cebo ‘e-Jelly’ permitió al equipo de Edith Widder filmar a calamares gigantes vivos en aguas japonesas y estadounidenses a profundidades de entre 630 y 900 metros. La primera vez que lo lograron fue en 2012.
Además de los gigantes Architeuthis dux, los científicos han captado con sus cámaras a calamares de aguas profundas de tamaño menor, como el Pholidoteuthis adami, y una especie que aún no ha sido identificada, posiblemente el Promachoteuthis sloani.
La efectividad de esta tecnología pionera para filmar grandes calamares de aguas profundas tiene el potencial de seguir generando imágenes cada vez más atractivas de la misteriosa y poco conocida especie.
Sin embargo, quizás lo más importante es que también puede proporcionar nuevos conocimientos científicos sobre el comportamiento, la distribución y las amenazas que estos animales pueden enfrentar.
Sin esta información, simplemente no sabemos si el calamar gigante, como muchas otras especies de aguas profundas, es capaz de adaptarse a amenazas crecientes como el cambio climático o la contaminación marina, recalcan los autores del estudio.
Mayor información: Nathan J. Robinson, Sönke Johnsen, Annabelle Brooks, et al. «Studying the swift, smart, and shy: Unobtrusive camera-platforms for observing large deep-sea squid». Deep Sea Research Part I: Oceanographic Research Papers. Published: 22 March 2021.