Esta ilusión óptica revela algo sobre tu cerebro y tus ojos.

Una investigación científica ha analizado las reacciones humanas a varias ilusiones ópticas en las que una masa negra parece expandirse ante los ojos de los participantes en el estudio.

El Dr. Bruno Laeng, profesor del Departamento de Psicología de la Universidad de Oslo y primer autor del estudio, dijo: “El ‘agujero en expansión’ es una ilusión muy dinámica: La mancha circular o el gradiente de sombra del agujero negro central evoca una marcada impresión de flujo óptico, como si el observador se adentrara en un agujero o túnel”.

Las ilusiones ópticas no son meros trucos sin interés científico: los investigadores del campo de la psicosociología las estudian para comprender mejor los complejos procesos que utiliza nuestro sistema visual para anticipar y dar sentido al mundo visual, de una forma mucho más indirecta que un aparato fotómetro, que se limita a registrar la cantidad de energía fotónica.

En el estudio, publicado en Frontiers in Human Neuroscience, Laeng y sus colegas demuestran que la ilusión del “agujero en expansión” es tan buena para engañar a nuestro cerebro que incluso provoca un reflejo de dilatación de las pupilas para dejar entrar más luz, tal y como ocurriría si realmente nos estuviéramos adentrando en una zona oscura.

Laeng y sus colegas estudiaron cómo el color del agujero (además del negro: azul, cian, verde, magenta, rojo, amarillo o blanco) y de los puntos que lo rodean afectan a la intensidad con que reaccionamos mental y fisiológicamente a la ilusión.

Según los investigadores, este tipo de imágenes estáticas ofrecen una visión de cómo el cerebro humano percibe el mundo visual.

Presentaron en una pantalla variaciones de la imagen del “agujero en expansión” a 50 mujeres y hombres con visión normal, pidiéndoles que calificaran subjetivamente la intensidad con la que percibían la ilusión.

Mientras los participantes miraban la imagen, los investigadores midieron sus movimientos oculares y las contracciones y dilataciones inconscientes de sus pupilas.

Como controles, se mostraron a los participantes versiones “codificadas” de la imagen del agujero en expansión, con la misma luminancia y colores, pero sin ningún patrón.

La ilusión parecía más eficaz cuando el agujero era negro. El 14% de los participantes no percibió ninguna expansión ilusoria cuando el agujero era negro, mientras que el 20% no lo hizo si el agujero era de color. Entre los que sí percibieron una expansión, la fuerza subjetiva de la ilusión difería notablemente.

Los investigadores también descubrieron que los agujeros negros provocaban una fuerte dilatación refleja de las pupilas de los participantes, mientras que los agujeros de color provocaban una contracción de las mismas.

En el caso de los agujeros negros, pero no en el de los agujeros de color, cuanto más fuerte era la percepción subjetiva de la ilusión por parte de los participantes, más tendía a cambiar el diámetro de sus pupilas.

Los investigadores aún no saben por qué una minoría parece no ser susceptible a la ilusión del “agujero en expansión”. Tampoco saben si otras especies de vertebrados, o incluso animales no vertebrados con ojos de cámara como los pulpos, podrían percibir la misma ilusión que nosotros.

Referencia: Bruno Laeng, Shoaib Nabil and Akiyoshi Kitaoka. «The Eye Pupil Adjusts to Illusorily Expanding Holes». Frontiers in Human Neuroscience, 30 May 2022.

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