Dormir mal puede estar relacionado con un aumento en el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, según un estudio publicado en la revista Neurology.
Los trastornos del sueño pueden incluir dormir poco o demasiado, siestas largas, sueño de baja calidad, ronquidos y apnea del sueño.
A continuación, analizamos cómo estos problemas de sueño pueden afectar la salud y qué medidas podemos tomar para reducir el riesgo.
Accidentes cerebrovasculares
El estudio analizó a más de 4,500 personas de la investigación internacional INTERSTROKE. De ellos, cerca de 1,800 participantes sufrieron un accidente cerebrovascular isquémico, el tipo más común, en el que un coágulo de sangre bloquea una arteria que va al cerebro.
Otras 439 personas sufrieron una hemorragia intracerebral, donde las arterias o venas del cerebro se rompieron, provocando una hemorragia en el tejido cerebral.
Los participantes fueron emparejados por edad y sexo con personas que no tenían antecedentes de accidente cerebrovascular, y ambos grupos respondieron preguntas sobre la calidad y el comportamiento de su sueño.
Duración del sueño y riesgos
Los resultados mostraron que las personas que dormían menos de cinco horas por noche en promedio tenían tres veces más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular que las que dormían siete horas, el mínimo recomendado para adultos.
Por otro lado, dormir más de nueve horas por noche en promedio se asoció con un aumento del doble en el riesgo de accidente cerebrovascular.
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Apnea del sueño y otros factores
La apnea del sueño, una afección en la que las personas dejan de respirar varias veces por hora mientras duermen, se asoció con un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular tres veces mayor.
Además, roncar aumentó el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular en un 91%, mientras que resoplar casi lo triplicó.
Las personas que tomaban siestas de más de una hora eran un 88% más propensas a sufrir un accidente cerebrovascular que aquellas que no tomaban siestas largas.
Reducción del riesgo
Para reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares, los expertos recomiendan mejorar la calidad del sueño, adoptar una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente. Algunos consejos para lograr un sueño saludable incluyen:
Mantener un horario regular de sueño y despertar: Ir a la cama y despertarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, ayuda a regular los ritmos circadianos del cuerpo.
Priorizar el sueño: Asegurarse de dormir entre 7 y 8 horas cada noche, evitar actividades no relacionadas con el sueño, como ver televisión o estar con el celular.
Evitar el alcohol y la comida al menos tres horas antes de acostarse: El alcohol y la comida pueden interferir con la calidad del sueño y causar malestar estomacal durante la noche.
Crear un ambiente propicio para dormir: Mantener el dormitorio oscuro, fresco y tranquilo puede mejorar la calidad del sueño.
Consulta especializada
Si experimenta problemas de sueño, como ronquidos, insomnio o somnolencia excesiva durante el día, es importante buscar la opinión de un especialista en sueño.
Los especialistas pueden brindar asesoramiento y tratamiento personalizado para mejorar la calidad del sueño y reducir el riesgo de accidente cerebrovascular.
En conclusión, los problemas de sueño pueden estar relacionados con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular. Adoptar hábitos saludables y mejorar la calidad del sueño es esencial para reducir este riesgo.
Si experimenta problemas persistentes para dormir, no dude en buscar ayuda de un especialista en sueño para abordar estos problemas y proteger su salud en general.
Referencia: Christine Eileen Mc Carthy, Salim Yusuf, Conor Judge, et al. «Sleep Patterns and the Risk of Acute Stroke: Results from the INTERSTROKE International Case-Control Study». Neurology, 05 April 2023.