¿Por qué nos gruñe los intestinos?

Los sonidos intestinales, o el gruñido estomacal, se refieren a ruidos que se producen dentro de los intestinos grueso y delgado, usualmente durante la digestión.

Lo primero que hay que saber para comprender por qué nuestro cuerpo genera los ruidos intestinales es que el tracto digestivo es literalmente un tubo que conecta todos los órganos que están implicados en la digestión. 

A través de este tubo, que empieza en la boca y que termina en el ano, pasan los alimentos y para conseguir impulsarlos hacia abajo se lleva a cabo los movimientos peristálticos.

La peristalsis hace referencia a un proceso muy sencillo en el que nuestro tracto digestivo realiza contracciones musculares para hacer pasar los alimentos y agitarlos junto con otros líquidos y jugos gástricos, convirtiéndolos en un líquido homogéneo y de textura cremosa que se conoce como el quimo.  

¿Por qué gruñe los intestinos?

Mucha gente contestaría: «¡Porque tengo hambre!» sin embargo, esto es un mito. Su estómago puede hacer ruido cuando tiene hambre y falta de alimentos en el estómago, pero también puede gruñir cuando no estás hambriento y está lleno.

Los ruidos son más fuertes cuando el estómago está vacío, razón por la cual a menudo están relacionados con el hambre. Es probable que el gruñido ni siquiera provenga del estómago, sino más bien de su intestino delgado, este fenómeno es conocido como “borborigmos”  

Según la Fundación Internacional sobre los Trastornos Gastrointestinales Funcionales (IFFGD), esto es lo que realmente está causando ruidos en su estómago:

1. El ruido en su estómago es el resultado de las contracciones musculares de la pared intestinal y es una función perfectamente normal y que se produce la mayor parte del día.

2. Dentro de los intestinos, los líquidos y sólidos ingeridos se mezclan con la secreción de líquido rico en enzimas. El líquido que se mueve a través del tubo digestivo es silencioso—únicamente cuando hay aire en los tubos es que escuchamos el ruido.

3. En el intestino, los gases que siempre están presentes se originan por el aire ingerido y de la liberación de hidrógeno, dióxido de carbono y otros gases por la fermentación bacteriana de los alimentos no digeridos en el intestino inferior.

Tipos de ruidos intestinales 

Como ya hemos mencionado anteriormente, la mayoría de los borborigmos son normales.  No obstante, si su frecuencia cambia y aparecen junto a otras molestias, hay que prestarles atención. Podemos distinguir:  

Sonidos abdominales hiperactivos: ruidos estomacales excesivos que indican un aumento de la actividad intestinal. Se presentan cuando se acaba de terminar de comer o cuando, por ejemplo, tenemos diarrea. Suelen ser muy comunes, también, cuando se tiene intolerancia a la lactosa. 

Sonidos abdominales hipoactivos: son aquellos ruidos reducidos ya sea porque su regularidad, tono o fuerza es menor. Durante el sueño o después de la ingesta de ciertos medicamentos suelen ser algo común. 

Cuándo consultar a un médico 

Los ruidos estomacales, por sí solos, no deberían ser un motivo de alarma. No obstante, si estos aparecen acompañados de otras molestias deberías acudir a tu médico porque podrían ser una señal de la existencia de un trastorno o enfermedad subyacente como: 

Infecciones causadas por bacterias como, por ejemplo, la E. Coli; Sobrepoblación bacteriano en el intestino delgado, conocido como SIBO; Intolerancias alimentarias como, por ejemplo, la intolerancia a la lactosa. 

Enfermedad celíaca: intolerancia severa al gluten (proteína contenida en el trigo, el centeno y la cebada) causada por una enfermedad autoinmune. 

Efectos secundarios derivados de la ingesta de medicamentos, Enfermedades intestinales inflamatorias como la de Crohn o la colitis ulcerosa, y trastornos congénitos como la enfermedad de Hirschsprung, etc. 

¿Se puede evitar los ruidos estomacales? La Respuesta es Si, a partir de una serie de hábitos básicos como mantener unos estilos de vida saludables, comer despacio, masticar bien, controlar la cantidad de la ingesta, evitar las bebidas que contengan burbujas y de alimentos que nos pueden producir un mayor meteorismo intestinal, como, por ejemplo; legumbres coles, brócoli, coliflor, chicles, porque sin darnos cuenta estamos tragando constantemente aire.

Referencias:
1. Zaborski D, Halczak M, Grzesiak W, Modrzejewski A. (2015) Recording and Analysis of Bowel Sounds. Euroasian J Hepatogastroenterol. 5(2):67-73. doi: 10.5005/jp-journals-10018-1137
2. Yamada T. Atlas of gastroenterology. Oxford, Hoboken, NJ: John Wiley and Sons; 2009. p. 1209.

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