Es un malestar que se siente como un calambre, un poco menos intenso y en términos médicos se le denomina como dolor abdominal transitorio. Ocurre en el costado o en el área inferior del abdomen, en respuesta a la acumulación de gases en el tubo digestivo o al déficit de sangre en esa misma área. Cualquier persona, sin importar su sexo o edad pueden llegar a presentarlo. Pero, ¿sabes por qué surge?, o ¿de qué manera evitarlo? Las respuestas están a punto de ser descubiertas.
¿Por qué sucede el dolor de caballo?
Se cree que esta molestia se puede producir por el estiramiento de los ligamentos que van del diafragma a los órganos internos, en particular al hígado. El diafragma, también podría desencadenar este dolor, debido a una mala adaptación de la respiración en el esfuerzo, que provocaría una contractura del mismo.
El estómago está conectado al diafragma por ligamentos sobre el lado izquierdo. Si el estómago está lleno de comida y/o líquido durante el ejercicio, éste choca contra la pared del peritoneo, que es una membrana muy sensible que se irrita provocando dolor.
Y, ¿de dónde se tomó tan peculiar nombre para este problema?, al respecto debemos decir que no hay una versión clara o definitiva. Pese a esto, la más fiable asegura que se debe a que los jinetes suelen sufrir este dolor a menudo, ya que el movimiento generado por el trote del equino favorece la fricción del diafragma con los órganos abdominales ocasionando malestar.
¿Cómo tratar y prevenir este mal?
Es casi imposible que un dolor de caballo tenga consecuencias graves, y se le puede considerar incidente tan común que rara vez se necesita la visita a un especialista para identificarlo; esto se debe a que incluso un instructor o un deportista con experiencia que se encuentra en las mismas instalaciones deportivas de quien lo padece sabe reconocerlo, tanto por sus manifestaciones como por posibles factores de riesgo (respirar por la boca, hacer ejercicio con el estómago lleno, etcétera).
A pesar de ello, es probable que la persona que manifieste dolor abdominal se encuentre preocupada y solicite la opinión de un médico para disipar sus dudas. En tal caso, el galeno recurrirá a una auscultación física y realización de historia clínica para tener el diagnóstico, y una vez que se concluya que se trata de dolor de caballo, es muy posible que recomienden algunas medidas preventivas:
- No respirar por la boca y llevar un ritmo adecuado de inhalación y exhalación, de acuerdo con la opinión de un instructor.
- Evitar el consumo de alimentos antes de practicar ejercicio.
- Mantener adecuada hidratación del organismo para que el deseo de ingerir líquidos durante la práctica deportiva sea mínimo. Para conseguirlo se deberán tomar, diariamente, 2 litros del vital líquido (ocho vasos), distribuyéndolos a lo largo de la jornada. En caso de que la necesidad de saciar la sed sea muy fuerte, se dará preferencia al agua simple o bebidas creadas para deportistas, ya que su absorción es más rápida.
- Incrementar paulatinamente el tiempo e intensidad del ejercicio que se realiza, pues sólo de esta manera se evitan sobreesfuerzos que, además de generar dolor de caballo, pueden ocasionar una lesión de gravedad.
Ahora que te has informado, estás listo para combatir la falta de condición física y fortalecer el diafragma ¡Actívate!
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Gracias por la informacion