En términos sencillos, el metabolismo es el proceso interno por el que el cuerpo gasta energía y quema calorías.
Funciona las 24 horas del día para mantener tu cuerpo en movimiento, incluso cuando estás descansando o durmiendo.
Convierte los alimentos y nutrientes que consumes en la energía que tu cuerpo necesita para respirar, hacer circular la sangre, hacer crecer y reparar las células.
Este proceso funciona a diferentes intensidades en diferentes personas. La rapidez con la que funciona tu metabolismo viene determinada principalmente por tus genes.
Las personas pueden tener un metabolismo rápido, lento o medio, independientemente de su tamaño y composición corporal.
La edad también afecta al metabolismo, ya que puede ralentizarse con el paso de los años, aunque se empiece con un metabolismo rápido.
Las diferencias en la velocidad del metabolismo se manifiestan en lo fácil o difícil que es para las personas ganar o perder peso.
Los que tienen un metabolismo lento quema menos calorías, lo que significa que se almacenan más en forma de grasa en el cuerpo.
En cambio, los que tienen un metabolismo rápido queman más calorías y tienen menos probabilidades de acumular mucha grasa.
Los médicos dicen que no podemos culpar totalmente a un metabolismo lento del aumento de peso, los mayores factores a medida que se envejece suelen ser la mala alimentación y la inactividad.
Acelera tu metabolismo
¿Es posible acelerar un metabolismo naturalmente lento o acelerar uno que se ha vuelto lento con el tiempo?
Podemos manipular el metabolismo hasta cierto punto, a menudo es un pequeño cambio el que puede ayudarle a quemar más calorías.
La adopción de una dieta más saludable y asegurarse de hacer suficiente ejercicio, puede ayudar a la gente el impulso extra que necesitan para perder y mantener el peso.
Por ejemplo: Acelerar el ritmo, añadir a la rutina habitual un poco de entrenamiento, puede mantener acelerado el metabolismo durante un día entero.
Por ejemplo, cuando camines o corras en una cinta de correr o en el exterior, acelera durante 30 o 60 segundos y luego baja a tu ritmo habitual; repite el ciclo durante 8 o 12 minutos.
Coma proteínas y haga ejercicios con pesas. Su metabolismo aumenta cuando come, digiere y almacena alimentos, un proceso llamado efecto térmico de los alimentos.
Las proteínas tienen un mayor efecto térmico en comparación con las grasas y los hidratos de carbono porque el cuerpo tarda más en quemarlas y absorberlas.
No está claro el efecto que tienen las proteínas en el metabolismo, pero los estudios sugieren que lo mejor es combinar una ingesta adecuada de proteínas con el entrenamiento con pesas.
De hecho, la proteína puede aumentar la tasa metabólica entre un 20 y un 30 %, mientras que los carbohidratos y las grasas provocan un aumento del 3 al 10 % o menos.
Bebe té verde. Los estudios han descubierto que el té verde contiene un compuesto llamado galato de epigalocatequina, que puede aumentar las calorías y la grasa que quemas.
Un metaanálisis de 2011 publicado en Obesity Reviews descubrió que el consumo de unos 250 miligramos de galato de epigalocatequina (la cantidad que hay en unas tres tazas de té verde) ayudaba a impulsar el metabolismo lo suficiente como para quemar una media de 100 calorías extra al día.
Fuente: Harvard Medical School.