Un nuevo estudio ha revelado que la cordicepina, una sustancia química producida por el Cordyceps militaris, un hongo que parasita insectos, puede interrumpir las señales de crecimiento celular que favorecen el desarrollo de tumores. Este hallazgo sugiere que esta sustancia podría ser utilizada como base para desarrollar nuevos medicamentos contra el cáncer.
El estudio, publicado en la revista científica FEBS Letters, demuestra que la cordicepina tiene la capacidad de afectar vías moleculares clave en el crecimiento de las células cancerosas. Esto representa un avance importante en la búsqueda de tratamientos más eficaces y con menos efectos secundarios.
¿Qué es el hongo oruga y por qué es especial?
El Cordyceps militaris es un hongo parásito que crece sobre insectos, especialmente orugas. Se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional china por sus supuestos efectos beneficiosos en la salud. Sin embargo, en los últimos años, la ciencia ha comenzado a estudiar sus compuestos activos con un enfoque más riguroso.
Uno de los compuestos más importantes de este hongo es la cordicepina, una molécula que ha demostrado tener propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y, más recientemente, efectos anticancerígenos.
¿Cómo actúa la cordicepina contra el cáncer?
Los investigadores han descubierto que la cordicepina interfiere con vías de señalización celular que controlan el crecimiento y la proliferación de las células. En particular, afecta las rutas PI3K/AKT/mTOR y MEK/ERK, que suelen estar hiperactivas en muchos tipos de cáncer.
En condiciones normales, estas vías ayudan a regular procesos celulares como el crecimiento y la división. Sin embargo, cuando están descontroladas, pueden favorecer el desarrollo de tumores. La cordicepina actúa como un “freno” sobre estas señales, reduciendo la velocidad con la que las células cancerosas se multiplican.
Un aspecto interesante es que esta sustancia parece actuar de manera selectiva sobre las células tumorales sin afectar significativamente a las células sanas, lo que podría traducirse en tratamientos con menos efectos secundarios.
Resultados del estudio
El equipo de investigadores analizó el efecto de la cordicepina en distintos tipos de células cancerosas y encontró que su acción es amplia y eficaz en varias líneas celulares. También realizaron pruebas en modelos animales, donde se observó una reducción significativa del crecimiento tumoral sin toxicidad aparente.
Además, los estudios de laboratorio mostraron que la cordicepina se convierte en una molécula similar al ATP dentro de las células. Esto impide la comunicación entre las células cancerosas y bloquea su crecimiento.
Estos resultados han generado un gran interés en la comunidad científica, ya que sugieren que la cordicepina podría convertirse en un fármaco clave en el tratamiento del cáncer.
¿Qué significa este descubrimiento para el futuro?
Aunque estos hallazgos son prometedores, es importante destacar que todavía se necesitan más estudios antes de que la cordicepina pueda utilizarse como un tratamiento aprobado para el cáncer. Actualmente, se están desarrollando ensayos clínicos para evaluar su seguridad y eficacia en pacientes humanos.
Si los resultados siguen siendo positivos, la cordicepina podría ser utilizada en combinación con otros tratamientos, como la quimioterapia o la inmunoterapia, para mejorar su efectividad y reducir los efectos secundarios.
Conclusión
El Cordyceps militaris, un hongo utilizado durante siglos en la medicina tradicional, ha demostrado tener propiedades científicamente comprobadas que podrían revolucionar el tratamiento del cáncer. La cordicepina, su compuesto activo, ha mostrado una notable capacidad para bloquear el crecimiento de células cancerosas al interferir con señales moleculares clave.
El estudio, representa un avance importante en la lucha contra esta enfermedad y abre la puerta a nuevas terapias más eficaces y con menos efectos adversos. Con más investigación, es posible que en el futuro la cordicepina se convierta en una herramienta esencial para combatir el cáncer de manera más segura y eficiente.
Referencias
- Lawrence, S., et al. (2025). Cordycepin generally inhibits growth factor signal transduction in a systems pharmacology study. FEBS Letters, 599(3), 415-435.
