Pasear entre los pasadizos de algunas de las tumbas de los faraones del Antiguo Egipto ya es posible, después de que Egipto haya lanzado una iniciativa para abrir sepulcros de manera virtual y así animar a que la gente se quede en casa durante la crisis del coronavirus.
Se inauguró la primera visita virtual a la tumba de Menna, ubicada en la orilla occidental del Río Nilo en la ciudad de Luxor. Según el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, esta pieza que formó parte de la necrópolis de la antigua Tebas, es una de las tumbas más bellas y mejores preservadas de la historia.
Bajo el lema “Vive Egipto desde casa. Quédate en casa”, el gobierno egipcio busca como objetivo que la gente mantenga la pasión y el interés por los sitios históricos. Según el Ministerio, esta iniciativa fue posible gracias a material que se encontraba preparado y explicado por organismos de investigación de egiptología.
Eman Zeidan, asistente del ministro, aseguró que “semana a semana” se irán abriendo nuevos monumentos al público. El sitio web que lanzó este proyecto, dispone de distintas herramientas para ver los planos de las tumbas, hacer un recorrido tridimensional entre los pasadizos de la tumba, e inclusive un sistema de realidad virtual.
Tumba de Menna
El primero de los recorridos virtuales es por la tumba de Menna. El sepulcro, perteneciente a la XVIII dinastía (1550 y 1295 a. C.), es “una de las tumbas más bellas y mejor preservadas”, según el Ministerio.
El enterramiento de un alto funcionario del Egipto de los faraones fue documentado hace más de una década por un equipo de científicos de la estadounidense Universidad Estatal de Georgia y el ARCE (Centro de Investigación Americano en Egipto).
Este proyecto colectivo logró desarrollar una inmersión completa, con varias herramientas para ver los planos de las tumbas, hacer un recorrido 3D entre los pasadizos de la tumba con detalles a los jeroglíficos e incluso incluye un sistema de realidad virtual.
Tumba de la reina Meresanj III
El segundo de los recorridos propone descubrir la tumba de la reina Meresanj III, nieta de Keops (el faraón que construyó la Gran Pirámide de Giza) y esposa de Kefrén. La fémina halló el descanso eterno en una mastaba doble de la meseta de Giza, en el cementerio emplazada al este de la Gran Pirámide.
La sepultura, hallada en 1927, estaba destinada para su madre Hetepheres. Sus restos se encuentran en el Museo Egipcio de Tahrir. Meresanj III medía 1,54 metros y falleció alrededor de los 50 años. Durante milenios, reposó en una estancia subterránea decorada con escenas de la reina y la familia real junto a sirvientes, sacerdotes y artesanos.
El descubrimiento también permitió rescatar un ajuar abundante y cotizado, desde ropa y joyería hasta mobiliario y estatuas… Puedes acceder al recorrido virtual haciendo CLIC AQUÍ.