Probablemente estás familiarizado con la sensación de paranoia que tienes cuando piensas que alguien te está mirando. No sabes por qué, pero de repente estás convencido de que alguien te está observando, ya sea en el metro o caminando por la calle.
¿Pero es esto sólo un truco que demuestra que nuestro cerebro juega con nosotros, o estamos realmente percibiendo algo realmente está allí?
Según la ciencia, en realidad podríamos estar percibiendo algo. Esto lo sabemos gracias a estudios que involucran a personas con impedimentos visuales, sabemos que el cerebro tiene una misteriosa capacidad de sentir lo que está sucediendo a nuestro alrededor, incluso si realmente no lo estamos viendo.
‘La sensación de ser mirado’
Un estudio de la Unieversidad en Sydney, Australia, liderado por el profesor Collin Cliford, reveló que nosotros sentimos cuando alguien nos observa incluso sin que veamos a la persona que lo hace. Este sentimiento forma parte de un sistema de autopreservación que busca ponernos alerta ante posibles amenazas.
Ahora, el profesor Alan J. Pegna, del laboratorio de Neurología y Neuropsicología Experimental de la Universidad de Ginebra descubrió que la explicación está en nuestro cerebro.
El equipo de Pegna trabajó con una persona ciega. Para el experimento se le colocó frente a fotografías de personas que veían directamente hacia él y algunas más que observaban a otro lado.
Mientras el sujeto se mantenía frente a las fotografías, los científicos realizaron un escaneo cerebral llamado Interacción Psichofisiológica (PPI, por sus siglas en inglés) al área de la amígdala. (Sí, la amígdala es una parte del cerebro y no sólo las de la garganta, mis pequeñas cabritas descarriadas).
Los resultados que obtuvieron fueron impresionantes, observaron que a pesar de ser ciego, el sujeto mostró una respuesta cerebral ante las fotografías que veían al frente, mientras que la respuesta fue menor o nula en las otras.
El neurólogo explicó que el cerebro detecta las miradas como amenaza, y entonces la amígdala se activa como un mecanismo de defensa, aunque no pueda verla.
Esta idea de que el sentimiento de ser visto es impulsado por pistas visuales pero subconscientes está respaldada por otras investigaciones, lo que demuestra que podemos distinguir la diferencia entre una mirada directa y evitada en alguna parte de nuestra línea de visión desde los cuatro meses de edad.
Ser capaz de decir cuando alguien está haciendo contacto visual es una habilidad social importante, ya que nos ayuda a comunicarnos y transmitir información, lo que podría explicar por qué el cerebro ha desarrollado este truco importante, explica el psicólogo Ilan Shrira de Lake Forest College.
A veces nos equivocamos.
Un estudio publicado en la revista ‘Current Biology’ concluyó que cuando no estamos seguros de en qué dirección se dirige la mirada de una persona a menudo asumimos erróneamente que somos el centro al que se dirigen todas las miradas.
Lo que, de alguna manera, significa que el sentimiento de ser visto puede convertirse en una profecía autocumplida. Cuando piensas que alguien te está observando a tus espaldas y te das la vuelta, el movimiento puede hacer que esa persona realmente mire hacia ti. También es posible que tu subconsciente notase que la persona te miraba antes de dar la espalda y que tu memoria te alertase sobre el hecho minutos después.
Somos sensibles a la mirada, dicen los investigadores, porque esa sensibilidad puede ser una herramienta de supervivencia”. Una mirada directa puede significar dominación o amenaza, algo que no quieres ignorar.
En este sentido, Colin Clifford, científico cognitivo de la Universidad de Nueva Gales del Sur, explica que “asumir que la otra persona te está mirando simplemente puede ser la estrategia más segura”.
Dicho esto, la capacidad de sentir que estamos siendo observados sólo se aplica si el vigilante está en algún lugar dentro de nuestra visión general. Aunque podamos ser capaces de captar una mirada directa subconscientemente, todo sucede a través de nuestros ojos.