Investigadores de la Universidad de Amberes (Bélgica) han comprobado que algunas bacterias adaptadas a vivir en nuestra nariz tienen la capacidad de bloquear el crecimiento de patógenos y reducir la inflamación. De hecho, las personas con inflamación crónica nasal o sinusitis presentan menor cantidad de estos microorganismos.
Ya se conocĂan los beneficios para la salud de ciertas cepas de bacterias de nuestro intestino, tracto genital y piel. Ahora investigadores belgas publican un artĂculo en la revista Cell Reports donde muestran que en la nariz humana tambiĂ©n tienen su nicho algunos microorganismos âbuenosâ del grupo de los lactobacilos.
âTodavĂa lo tenemos que confirmar con ensayos clĂnicos en pacientes, pero en los experimentos de laboratorio hemos visto que estas bacterias tienen la capacidad de bloquear el crecimiento de patĂłgenos, reducir la inflamaciĂłn y restablecer la funciĂłn de barrera de la narizâ, explica a SINC la autora principal, Sarah Lebeer, de la Universidad de Amberes.
El equipo ha descubierto que las personas con inflamaciĂłn crĂłnica de la mucosa nasal (rinitis) y de los senos adyacentes (sinusitis) tenĂan menos lactobacilos en el tracto respiratorio superior que las personas sanas utilizadas como control en un experimento.
La idea de realizarlo surgiĂł cuando la madre de Lebeer tuvo que operarse debido a una rinosinusitis y dolores de cabezas crĂłnicos. Entonces la investigadora se interesĂł en la microbiota de la nariz: âMi madre habĂa intentado muchos tratamientos diferentes, pero ninguno funcionĂł, y pensĂ© que era una pena no poder aconsejarle algunas buenas bacterias o probiĂłticos para la nariz. Realmente nadie lo habĂa estudiado».
La cientĂfica ya habĂa estudiado las bacterias beneficiosas o probiĂłticos del intestino y la vagina, pero ahora quiso ver si las que asociamos con la buena salud intestinal desempeñaban tambiĂ©n un papel positivo en el tracto respiratorio superior. Para ello, su equipo del proyecto Procure comparĂł las bacterias de la nariz de 100 individuos sanos con las de 225 pacientes con rinosinusitis crĂłnica.
De esta forma detectaron la prevalencia de 30 familias de bacterias en el tracto respiratorio superior de los participantes, descubriendo que las personas sanas tenĂan mayor abundancia de lactobacilos que los pacientes, hasta 10 veces mĂĄs en algunas partes de la nariz.
Bacterias con forma de bastĂłn
Los lactobacilos son un conocido grupo de microorganismos beneficiosos con forma de bastĂłn. Tienen propiedades inhibidoras de los patĂłgenos porque producen ĂĄcido lĂĄctico, a travĂ©s de la fermentaciĂłn de azĂșcares, pero nunca se habĂan estudiado los de la nariz.
Hasta ahora se reunĂan dentro del gĂ©nero Lactobacillus, aunque el pasado mes de abril los microbiĂłlogos acordaron dividirlo en 25 gĂ©neros diferentes debido a razones filogenĂ©ticas.
Ejemplares de uno de ellos, Lacticaseibacillus, son los que se han observado dentro de la nariz. En concreto, se ha encontrado una cepa que no solo muestra efectos antiinflamatorios y antimicrobianos contra los patĂłgenos, sino tambiĂ©n caracterĂsticas Ășnicas que permiten su adaptaciĂłn al entorno nasal.
La mayorĂa de los lactobacilos prefieren crecer en ausencia de oxĂgeno, pero la cepa identificada (Lactobacillus casei AMBR2) presenta unos genes exclusivos que permiten resistir los niveles mĂĄs altos de estrĂ©s oxidativo de la nariz.
AdemĂĄs, los cientĂficos tambiĂ©n observaron que estas bacterias estĂĄn cubiertas de fimbrias, unos tubos flexibles similares a pelos con los que se agarran a las cĂ©lulas nasales, lo que indica una interacciĂłn con su huĂ©sped humano.
âEstos lactobacilos tienen algunas propiedades en comĂșn, como la producciĂłn de ĂĄcido lĂĄctico, con el conocido L. casei de ciertos alimentos probiĂłticos, pero tambiĂ©n otras adicionales para la nariz, como una mayor tolerancia al estrĂ©s oxidativo (con la enzima catalasa) y âadhesinasâ especiales para pegarse a la pared nasalâ, subraya Lebeer.
Aerosol nasal probiĂłtico
Para verificar sus hallazgos, los investigadores desarrollaron un aerosol nasal con lactobacilos y se dispusieron a probarlo en la nariz de algĂșn animal, Âżpero cuĂĄl? «En realidad no hay modelos animales realmente buenos para estudiar la interacciĂłn de esta bacteria y el huĂ©sped humano âapunta la investigadoraâ.
El microbioma de la nariz de los ratones, por ejemplo, es diferente al nuestro, y ademås ellos no padecen rinosinusitis crónica y tienen menos alergias e inflamaciones».
Al final decidieron probar su aerosol nasal probiótico, elaborado con una cepa de lactobacilos seleccionada, directamente en la nariz de 20 personas sanas. La tarea no fue fåcil porque este órgano filtra muy bien las sustancias extrañas, que generalmente desaparecen de ahà en 15 minutos.
Sin embargo, despuĂ©s de dos semanas de administrar el aerosol dos veces al dĂa, los nuevos lactobacilos se mantuvieron dentro hasta dos semanas sin efectos adversos.
âUsamos tĂ©cnicas PCR para diferenciar el ADN de las bacterias introducidas de las propias de la nariz de los voluntariosâ, explica Lebeer, quien aclara que el objetivo del aerosol era ver si estos microorganismos podĂan colonizar el tracto respiratorio superior de los voluntarios âcomo asĂ fueâ, pero no si habĂa efectos beneficiosos, aunque algunos participantes si mencionaron que tenĂan menos problemas nasales y que respiraban mejor.
El siguiente paso es comprender si las fimbrias y la capacidad de soportar el estrés oxidativo son aspectos claves en las propiedades antiinflamatorias beneficiosas que aporta esta cepa, asà como identificar qué moléculas antimicrobianas produce, ademås del åcido låctico.
En Ășltima instancia, el objetivo del equipo es desarrollar terapias y aerosoles basados en probiĂłticos nasales para mejorar los sĂntomas de los pacientes con rinitis y sinusitis. âConfiamos en obtener los fondos y la aprobaciĂłn regulatoria para llevar a cabo estoâ, concluye Lebeer.
Este artĂculo se vuelve a publicar de Agencia Sinc, bajo una licencia Creative Commons.
Mayor información: Ilke De Boeck, Marianne F.L. van den Broek, Camille N. Allonsius, et al. «Lactobacilli Have a Niche in the Human Nose». Cell Reports, Published: 26 May 2020.