Despertar con mal aliento podría ser síntomas de enfermedades graves.

Despertar con mal aliento podría ser síntomas de enfermedades graves.

El mal aliento, también conocido como halitosis, puede dar vergüenza y, en algunos casos, incluso causar ansiedad. No sorprende que las tiendas estén llenas de gomas de mascar, pastillas de menta, enjuagues bucales y otros productos diseñados para combatir el mal aliento. Sin embargo, muchos de estos productos son solo medidas temporarias porque no combaten la causa del problema.


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Entre las causas del mal aliento, se encuentran algunos alimentos, enfermedades y hábitos. En muchos casos, puedes mejorar el mal aliento con la higiene dental adecuada y constante. Si las técnicas simples de cuidado personal no resuelven el problema, consulta con tu dentista o médico para asegurarte de que una enfermedad más grave no sea la causa del mal aliento.

Cuándo consultar al médico

Si tienes mal aliento, revisa tus hábitos de higiene bucal. Intenta realizar cambios en tu estilo de vida, como cepillarte los dientes y la lengua después de comer, usar hilo dental y beber mucha agua.

Si tu mal aliento continúa luego de realizar esos cambios, consulta con el dentista. Si el dentista sospecha que un trastorno más grave está provocando tu mal aliento, es posible que él te derive a un médico para encontrar la causa del olor.

Causas

La mayoría de los casos de mal aliento comienzan en la boca, y existen varias causas posibles. Algunas de ellas son:

1: Bacterias anaerobias

Nuestra boca realmente está siempre llena de bacterias anaerobias, que se llaman así porque viven donde no hay oxígeno. De día, la saliva las ataca y desaparecen, pero por la noche la saliva baja drásticamente y ellas se acumulan. Liberan secreciones de azufre que causan el mal aliento.

Qué hacer: para tratar esta causa, basta cepillar los dientes y mantener una rutina, por lo menos, de cepillarse los dientes 2 veces por día, una al despertarse y otra antes de irse a dormir. Además de esto también es muy importante cepillarse bien la lengua porque la saburra lingual es la principal causa del sabor amargo en la boca. 

2: Uso de antibióticos o antidepresivos

Existen algunos medicamentos que, cuando son ingeridos, son absorbidos por el organismo y liberados en la saliva, llevando a una alteración del paladar, dejando la boca amarga.

Qué hacer: normalmente el gusto a sabor amargo desaparece después de algunos minutos de ingerir este tipo de medicamentos. Sin embargo, si es constante se puede consultar al médico para que evalúe la posibilidad de utilizar otro medicamento que no cause ese tipo de efectos secundarios.


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3: Embarazo

La disgeusia, también conocida como el sabor metálico en la boca, es un síntoma muy común a varias mujeres les afecta durante el primer trimestre del embarazo. Esto sucede debido a las alteraciones hormonales que ocurren en el cuerpo de la mujer, dejando el paladar más sensible.

Qué hacer: una excelente forma de eliminar el sabor amargo de la boca consiste en beber limonada o chupar una paleta de limón. generalmente, esta alteración dura apenas algunos días, desapareciendo naturalmente.

4: Uso de suplementos vitamínicos

Algunos suplementos vitamínicos que contienen elevadas cantidades de sustancias metálicas como zinc, cobre, hierro o cromo pueden hacer que surja un sabor metálico en la boca. Este efecto secundario es muy común y, normalmente, aparece cuando el suplemento es completamente absorbido por el cuerpo.

Qué hacer: en estos casos se debe esperar algunos minutos para permitir que el cuerpo absorba el suplemento. Si el sabor amargo es muy intenso o surge muy frecuentemente, se puede consultar al médico para evaluar la posibilidad de reducir la dosis o cambiar de suplemento.

5: Reflujo gastroesofágico

El reflujo ocurre cuando el contenido del estómago consigue llegar hasta el esófago, después de comenzar la digestión, transportando el ácido hacia la boca, lo que la deja un sabor amargo y hasta con mal olor. 

Qué hacer: se debe evitar comer alimentos muy grasosos o de difícil digestión, ya que aumentan la producción de ácido por el estómago.

6: Hepatitis, hígado graso o cirrosis

Cuando el hígado no está funcionando correctamente, el cuerpo comienza a acumular elevadas cantidades de amoníaco, que es una sustancia tóxica, que normalmente es transformada en urea por el hígado y eliminada por la orina. Los niveles aumentados de esta hormona provocan una alteración del gusto, semejante al pescado o a la cebolla. 

Qué hacer: normalmente los problemas en el hígado son acompañados de otros síntomas como mareo o cansancio excesivo. Por esto, si existe alguna sospecha de enfermedades hepáticas se debe consultar a un hepatólogo para hacer exámenes de sangre y confirmar el diagnóstico, iniciando el tratamiento si es necesario.


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7: Resfriado, sinusitis y otras infecciones

Las infecciones del tracto respiratorio superior como resfriados, rinitis, sinusitis o amigdalitis, por ejemplo, pueden causar que surja el sabor amargo en la boca, debido a sustancias producidas por las bacterias de este tipo de infecciones. 

Qué hacer: en estos casos es importante beber, por lo menos, 2 litros de agua por día, ya que ayuda a aliviar el sabor amargo y facilitar la recuperación. Sin embargo, es importante consultar un médico general para identificar la causa específica e iniciar el tratamiento adecuado. 

8: Cetoacidosis diabética

La cetoacidosis es una descompensación de la diabetes mellitus tipo I, en que la falta de glucosa en las células y su acumulación en la sangre por la falta de insulina, hace con que el organismo comience a utilizar la grasa acumulada para producir cuerpos cetónicos como fuente de energía para el funcionamiento del organismo. 

Debido a la gran cantidad de cuerpos cetónicos que comienzan a acumularse en la sangre, el pH sanguíneo disminuye, causando el surgimiento de algunos signos y síntomas como sabor amargo en la boca, sed intensa, boca seca, confusión mental, aliento cetónico o con olor a frutas, típico de esta enfermedad. 

Qué hacer: Es importante que la glucosa en sangre de la persona diabética se mida regularmente y si se descubre que la cantidad de glucosa es 3 veces mayor de lo normal, es extremadamente importante acudir de inmediato al hospital.

Otras causas. El consumo excesivo de alcohol, enfermedades como algunos cánceres y afecciones como los trastornos metabólicos pueden provocar un aliento con olor particular.


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El reflujo crónico de los ácidos estomacales puede asociarse con mal aliento. En los niños pequeños, el mal aliento puede ser causado por algún cuerpo extraño, tal como un trozo de alimento, alojado en una de las fosas nasales.

Finalmente una de las enfermedades que puede causarte asombro es el VIH o SIDA (Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida), ya que las personas que padecen esta enfermedad en muchos casos padecen sequedad crónica en la boca, en consecuencia mal aliento.

Fuentes: Mayo Clinic, National Library of Medicine of the United States, Tua Saúde.

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